La banda del barrio cumple 45 años
Conocidos músicos jazz y solistas de orquestas han salido de sus filas. Miraflores-Gibraljaire celebra su aniversario con dos conciertos que se podrán seguir desde las ventanas del vecindario
El primer concierto fue en las calles del barrio con un repertorio navideño. Era la primera vez que ese medio centenar de niños de los ... colegios de la zona se ponía frente al público con las nociones básicas de interpretación pero con la ilusión de un proyecto que empezaba. Aquellos pequeños han cruzado ya la barrera de los 50 años y «todos» encaminaron su vida hacia la música de una u otra forma. Desde entonces, alrededor de mil alumnos han pasado por las filas de la Banda de Música Miraflores-Gibraljaire, la decana de las agrupaciones no profesionales de Málaga. La formación cumple estos días 45 años regalando de nuevo su música al barrio con dos conciertos sin público que podrán seguirse desde las ventanas y los balcones.
Las melodías saldrán este sábado a las 12.00 horas desde el patio del colegio Gibraljaire, rodeado de edificios. El sábado 26 lo harán desde la terraza del colegio Miraflores, con visibilidad desde la calle. En ambos casos, al frente de los 75 miembros que hoy componen la banda estará el incombustible José María Puyana. Como sucede desde hace 45 años, cuando Perfecto Artola le encargó poner en marcha la banda (idea de Claudio Gallardo, gerente de la Caja de Crédito del Sur). Y siempre por puro amor al arte, sin retribución alguna. «Lo mío es trabajar para la música, no por la música. Para la música no se pone la mano, es educación gratuita», apostilla el maestro, de 77 años, que hasta hace unos meses tuvo como principal aliado al profesor Manuel Aragú, ya retirado.
En este tiempo han cambiado muchas cosas. El barrio ha crecido, han llegado nuevos vecinos, la pedagogía musical ha evolucionado, los niños juegan más con el móvil que con la pelota… Pero lo que sigue intacta es «la disciplina» que impone la formación, la base de las enseñanzas de Puyana y Aragú. Y a juzgar por los resultados, su método funciona. De la banda han salido reconocidos músicos de jazz como Ernesto Aurignac y Enrique Oliver; intérpretes clásicos del nivel de Benjamín Moreno, trompeta solista de la Orquesta de RTVE, y Miguel Domínguez, clarinete solista de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS), y numerosos profesores de conservatorio, como José Luis Arias Bermúdez, actual presidente de la Sociedad Cultural Musical Nuestra Señora de los Ángeles que sostiene a la agrupación.
Porque la banda funciona desde el principio como escuela de música para niños desde los 8 años. Durante sus primeras dos décadas no existió ningún proyecto similar. Allí estudian las claves del lenguaje musical y de su instrumento para después ponerlo en práctica en conciertos, certámenes (nacionales e internacionales), en festejos taurinos (es la banda titular de la plaza de todos de La Malagueta desde hace más de 30 años) y en las procesiones. «Ha llegado a participar diariamente durante toda la Semana Santa, e incluso en más de una procesión al día: por la mañana en un pueblo y por la tarde en la capital. Cuando se es joven se tiene esa vitalidad», dice entre risas Eduardo González, hoy vicepresidente de la sociedad y uno de aquellos niños que estrenaron la banda en 1975 como saxofón tenor.
Él fue testigo de la «labor social» que la banda hizo en el barrio, porque de allí son la inmensa mayoría de sus integrantes. De hecho, sus primeros miembros eran alumnos 'fichados' de los dos colegios de la zona en los que se intuían aptitudes musicales. «Es un barrio humilde y de gente trabajadora. La banda ha reconducido a mucha gente, algunos conocidos míos, que habían tomado un camino equivocado», cuenta González, recordando esos difíciles años 80 cuando las drogas se cebaron con las zonas más modestos. «La banda siempre ha estado ahí, nunca ha fallado», concluye Puyana.
Tampoco lo hace ahora cuando la pandemia obliga a quedarse en casa. Hasta esos hogares se han propuesto llegar con la iniciativa 'La música se asoma al barrio', que incluye las partituras de 'Caballería Ligera' de F. Von Suppé, el pasodoble 'Pepita Greus' de Pascual Pérez Choví, las 'Danzas Húngaras' nº5 y 6 de Brahms, 'Brisas de Málaga' de F. Ledesma y música navideña de Michael Carros, para terminar con una vuelta a los orígenes de todo: los himnos de los colegios Miraflores y Gibraljaire compuestos por Perfecto Artola.
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