Ángela Hoodoo, la hija andaluza del country
La granadina afincada en Málaga lanza un nuevo disco de raíz americana. La última parada de un viaje musical que le llevó al rap y al punk antes de calzarse las botas de cowboy
Viste camisa western, botas de cowboy y pantalón vaquero oscuro. Por su cuerpo asoman, tatuados, Etta James y Johnny Cash. Pasaría inadvertida en cualquier pub ... de Nashville, pero resulta que estamos en el centro de Málaga y esa estética con su acento andaluz llaman la atención. Ella es Ángela Hoodoo, el alter ego country de Ángela Ávila, una cantante y compositora con años de experiencia en la escena que acaba de lanzar su segundo disco de raíz americana. Granadina afincada en Málaga desde hace cinco años –«ya soy medio boquerona»–, Ángela Hoodoo presenta 'Outlaw girls'; es decir, mujeres forajidas, fuera de la norma. Como ella.
Quedamos con Ángela en su guarida musical, en Sleazy Records, la tienda y el sello malagueños especializados en la música de los 50 y 60 e impulsores del Rockin' Race Jamboree. Aquí solo hay vinilos, como el suyo (también disponible en plataformas digitales). «Me siento muy cómoda en este género porque puedo expresar a través de la emoción, es una música que te permite sacar lo que tienes dentro. Es el lenguaje más puro para eso», asegura. En la canción que da título al álbum, por ejemplo, hace un alegato feminista contando la historia de mujeres en situaciones vulnerables que quieren «bailar en la oscuridad», tirar para adelante pese a todo.
Hay rock'n'roll, rhythm & blues y, por supuesto, americana. «En 'Coyote', el disco anterior, estaba pasando un duelo y fue mi refugio. Las canciones aquí son más vivas, más movidas. Se han terminado de componer y de arreglar durante mi gira de 65 fechas en un año. Representan ese movimiento, esa energía distinta», explica. En sus temas habla de amor y de traición, pero con un toque humorístico, y rinde homenaje a dos grandes apropiándose de la frase 'Don't get into trouble' ('No te metas en líos') que Billie Holiday dedicó a Etta James cuando esta le dijo que quería hacer blues.
Pero Ángela no siempre ha sido Hoodoo, alias que tomó de un blues de Memphis Minnie titulado 'Hoodoo Lady' y que hace referencia a las santeras del vudú, una práctica muy vinculada a la música americana más primitiva. Su extenso viaje musical explica la seguridad y la claridad que transmite al hablar sobre su proyecto y al actuar sobre el escenario. «Porque esta música es de sala y de sudarla en los conciertos».
«Me gusta salir al escenario con un personaje, eso me empodera y me da más fuerza»
Tiene 36 años y lleva en esto desde los 18. «Toda la vida». Empezó rapeando con Rebel Sound Projects. «Cuando veo vídeos de aquella época digo ¡qué ovarios le echaba al asunto!, ahí comiéndose el escenario como una polvorilla de un lado para otro. No me avergüenzo ni me arrepiento de ninguna etapa de mi vida», añade. Después se pasó al punk con A.C.A.B.A.D.A.S., banda de la que guarda «muy buenos recuerdos». De Granada se mudó a Barcelona y poco a poco se acercaba al rockabilly, al swing y al blues. «El cuerpo me pedía componer otro tipo de música, no tan reivindicativa, sino más rica a nivel musical». Ahí fundó Blue Bloody Blades, un dúo de música americana que derivaría años después en su proyecto más personal. «Por eso lleva mi nombre. Yo me lo guiso, yo me lo como. Esta soy yo», sentencia.
Decir que 'Outlaw girls' (Sleazy Records) es su segundo disco es quedarse cortos. «Ángela Hoodoo viene de un pasado muy diferente que me hace ser lo que hoy soy yo», añade. Lo cierto es que tanto el rap como el country proceden del mismo lugar, EE UU. «Y el músico no es un ente que no se mueva, no es estático. Eres curiosa, quieres aprender y nutrirte de todo», defiende. Una evolución que ha sido también estética. Siempre le ha tirado el estilo vintage y pin-up, incluso antes de hacer esta música, pero ahora su imagen de 'cowgirl' es mucho más contundente. «Siempre he sido muy camaleónica, mi cuerpo es también una forma de expresión y hay que representar lo que estás tocando», cuenta.

Entiende sus conciertos como un show completo. «Me gusta salir al escenario con un personaje, eso me empodera y me da más fuerza. Y a los músicos también los pongo guapos, con sus camisas. Para mí la música no es solo música. Es también una puesta en escena», explica. Ahora bien, si se la cruzan un día cualquiera por la calle no se extrañen si la ven «con un moño y las mallas sacando al perro con ojeras». «No me pinto los labios de rojo de lunes a domingo», aclara entre risas.
Sin que el disco estuviera aún en el mercado, Ángela Hoodoo ya tenía 30 fechas cerradas por escenarios de toda España. Sin agente de booking. «Todo autogestionado. Cuando sacas un disco tienes que ir a por todas. Es algo tedioso y es una inversión, pero no te puedes quedar en casa». Ella, dice, no sabe vivir sin el directo. En Málaga formará parte del cartel del Cala Pop, el festival independiente que resiste en Mijas Costa, el 19 y 20 de septiembre. Pero Ángela Hoodoo tiene un sueño: tocar en EE UU. «Yo creo que se va a cumplir. Acabaremos yendo, estoy segura», concluye. Es cuestión de tiempo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.