Alejandro Sanz se suma a la guerra contra Youtube

  Sanz, que ha vendido más de 23 millones de copias de sus 16 álbumes y es el artista español con más premios Grammy, cree que la batalla planteada por Taylor Switf es justa. Junto a casi 200 aristas, entre ellos U2 o Paul McCartney, ha enviado una carta al Congreso de los Estados Unidos criticando con dureza la Digital Millenium Copyright Act (DMCA), la norma que regula el funcionamiento de plataformas como Youtube en EE.UU, y el sistema de compensaciones que los artistas reciben por parte de la compañía por utilizar sus vídeos y que consideran «del todo insuficiente». «A las cosas hay que llamarlas por su nombre y alcanzar nuevos acuerdos», propone Sanz.

  Admite encontrase «en un momento dulce» y afrontar la exigente gira «con energía y bastante entero». Y eso a pesar de seguir con muchos frentes abiertos. Con un pie aquí y otro en América, compagina sus conciertos con su participación como coach en la edición española y mexicana de La voz. «No soy un gruñón ni he abroncado a ningún participante. Sería miserable» dijo.

  «Seguro que convenceré a algunos amigos para que se suban conmigo al escenario» anticipó, negándose a romper la intriga. Sí aclaró que una de las «sorpresas», será la participación en algunos conciertos de Safari Childrens Choir, un coro de niños africanos que encandiló al cantante cuando supo que hacían versiones corales de algunas de su canciones.

  Será la primera gira de la estrella del pop en la que no estará tutelado por Rosa Lagarrigue, su representante desde 1991, con quien ha partido peras inopinadamente. Un tema que Sanz despachó con una sonrisa y mucho desparpajo. «La cosas son como son y lo que está claro es que voy a trabajar exactamente igual y a intentar que la gente salga feliz de los conciertos», fintó la polémica.