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Sábado, 26 de enero 2019, 01:37
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Existe en Palma de Mallorca un obelisco dedicado a «los héroes» del crucero 'Baleares'. El monolito está coronado por el escudo franquista, varios colectivos han pedido su demolición, pero ha sido declarado bien patrimonial sujeto a protección. El monumento fue levantado después del hundimiento del barco por parte de las tropas republicanas el 6 de marzo de 1938. Un año antes, el 'Baleares' bombardeaba a cientos de miles de malagueños que huían por la carretera de Almería en 'La Desbandá'.
Es quizá uno de los casos más ilustrativos que forman parte del proyecto 'Nada tan invisible' que Rogelio López Cuenca y Elo Vega acaban de presentar en Palma de Mallorca con la colaboración del Museo de Arte Contemporáneo Es Baluard. «Un monumento es, por definición, autoritario. O lo levanta la autoridad o cuenta con el permiso de la autoridad. Viene siempre de arriba abajo, es una imposición y hay una desigualdad radical respecto al tipo de diálogo que se puede establecer desde la sociedad respecto al monumento, que con frecuencia no tiene más remedio que expresarse mediante lo que llamamos vandalismo», ofrece López Cuenca.
«Hay un punto que nos ha sorprendido y nos ha resultado muy revelador en el caso del monumento al crucero 'Baleares': los defensores de su conservación, ya que ahora mismo se trata de un discurso que políticamente no es aceptable, han virado la argumentación, subrayando su carácter de obra de arte. Dentro de la cultura contemporánea es algo sobre lo que se ha elaborado una unanimidad característica de nuestro tiempo: si consigues que algo se considere cultural, un objeto de culto, ya lo has salvado», comparte el artista malagueño.
Detalla López Cuenca que 'Nada tan invisible' reúne trabajos realizados «sobre monumentos y lugares de memoria» desde mediados de los años 90 hasta la actualidad. Sevilla, Valparaíso, Madrid y Barcelona son algunas de las escalas de un viaje que cobra cuerpo en distintos formatos.
«Partimos de lo que las guías turísticas o los libros de Historia cuentan de esos monumentos y a partir de ahí empezamos la investigación para ver qué se ha dejado fuera de ese relato oficial, qué se está en última instancia ocultando», acota López Cuenca sobre la exposición que podrá visitarse hasta el 17 de marzo en el centro Casal Solleric.
«Queremos buscar toda esa información que el brillo y el esplendor de los monumentos nos impide ver», cierra el artista malagueño, que entiende esta exposición como «una herramienta que integra un proyecto de intervención en la ciudad de Palma». De ahí el taller que realiza con artistas locales de la mano de Es Baluard y que promete nuevas revelaciones sobre nuestros paisajes cotidianos.
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