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LOS Y LAS

SORA SANS

Jueves, 15 de febrero 2018, 01:06

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Busco 'working' en un banco de imágenes, como quien sale a pescar ideas, aunque ya haya picado la curiosidad, y el resultado me sorprende. La primera imagen es de una mujer y un hombre frente a un ordenador, parecen iguales, similares, compañeros. La segunda es de una mujer y la tercera de un grupo equitativo. La cuarta, otra mujer, la quinta, unos brazos de hombre sobre un teclado. Más abajo, aún en la primera página, unos operarios de almacén de ambos sexos, vestidos iguales, con guantes, gafas y cascos protectores. Junto a esa imagen una mujer embarazada hace una presentación a un equipo. Parecen directivos y directivas. Me sorprende porque hace tan solo media década hice la misma búsqueda y mi pesca fue muy distinta. He hecho esto porque un lector del periódico me pidió que hablase del género de las palabras y para mí es un tema complejo, delicado, en el que pienso a menudo, pero difícil de abordar en apenas unas líneas. Heredé muchas expresiones que ahora no uso: chica, niña, chiquita, muchacha, guapa. No las uso en el trabajo, no digo &ldquogracias, guapa&rdquo por una razón sencilla: nunca he dicho &ldquogracias, guapo&rdquo. Pero el &ldquoguapa&rdquo sí me salía de forma natural. Ahora digo: &ldquogracias, crack&rdquo a ellos y a ellas. No digo que buscamos un chico/a para esto, sino un &ldquoperfil&rdquo para esto. No digo &ldquolos directores&rdquo, sino &ldquola Dirección&rdquo. Conscientemente cambio mi vocabulario en un esfuerzo por ver más allá de la anatomía de una persona. Y lo hago porque pienso que es una absoluta y tremenda estupidez tener en cuenta el género para encontrar a &ldquola persona&rdquo. Este es mi primer grano de arena. El segundo es asegurarme de luchar porque el salario de alguien esté en función de su valía y no del tamaño de su barba, la gravedad de su voz o lo que tenga entre las piernas. Las ideas, la profesionalidad, el compromiso, el talento, son los únicos &ldquolos&rdquo y &ldquolas&rdquo que me importan. El tercer grano de arena es no sentir complejo alguno a la hora de negociar, crecer profesionalmente o incluso, decir no, a oportunidades. No voy a negar que me he encontrado con situaciones y comentarios que me han hecho sentir mal, pero entiendo que existe una herencia y sé, veo, experimento, que poco a poco, va cambiando, con cada granito de arena. xto

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