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El mejor festival de poesía de Málaga lo hacen 'millennials'

El mejor festival de poesía de Málaga lo hacen 'millennials'

Irreconciliables rejuvenece su gestión y su propuesta con un cartel ambicioso y diverso

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Martes, 26 de septiembre 2017, 19:14

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Faemino y Cansado tenían una escena memorable en la que un médico entraba en la consulta de un paciente. El doctor atribulado iba preguntando al enfermo qué le pasaba y este le iba diciendo que sí, que no, que venga que solo tengo cinco minutos por médico para que averigüen qué me pasa. Una manera inteligente y divertida de darle la vuelta a un tópico. Como hay otros clichés ganados a pulso de experiencia; por ejemplo, los festivales literarios donde los autores van a escucharse entre sí en una suerte de onanismo compartido. Y contra ese estereotipo surge la sexta y renovada edición de Irreconciliables, coordinada por los escritores Ángelo Néstore y Violeta Niebla. Dos 'millennials' para el mejor festival de poesía visto en Málaga en mucho tiempo.

“Que no seamos los poetas los que venimos a escuchar a otros poetas”, resumía esta mañana Néstore durante la presentación de una propuesta de actividades siempre gratuitas desplegadas en once sedes físicas y una virtual, que sienta a la misma mesa a toda un Premio Nacional de Poesía (Ángeles Mora) con los autores de la Generazión Z (menores de 20 años); que logra por primera vez el patrocinio del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte para sumarlo al de la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de la Málaga, la Diputación Provincial y la Fundación Unicaja (también nuevo); un evento que combina la poesía con la música, la performance y las artes escénicas; una iniciativa capaz de reunir el flamenco indomable de Niño de Elche con un 'Gran Hermano poético' donde Cristian Alcaraz ofrecerá en directo a través de las redes sociales la elaboración de su próximo libro. Una apuesta por “la poesía que baila reggaetón”. En sentido literal.

Surge así la sexta edición de Irreconciliables, del 18 al 21 de octubre, como heredera de la labor que hasta la fecha había realizado el poeta Francisco Cumpián, ahora revitalizada hasta el tuétano por la asociación de escritores creada para hacerse cargo del festival hasta darle la vuelta como a un calcetín. “Lo que fue una iniciativa del Centro Andaluz de las Letras se ha convertido en una iniciativa de la sociedad civil a través de una asociación que ha logrado seducir a distintas instituciones”, resumía el representante del CAL, Juan José Téllez, en alusión a la plataforma capitaneada por Néstore y Niebla.

“Somos primerizos. Hemos adoptado un niño de seis años y a veces lo queremos coger en brazos, pero ya pesa”, ilustraba Niebla, que roza el larguero generacional de los 'millennials' y que esta mañana abrochaba los motivos por los que ella y Néstore se han puesto al frente de la nueva etapa de Irreconciliables: “Hemos dado este paso por amor a la poesía, a la gestión cultural y a la ciudad”.

Un amor desplegado por la ciudad del Eduardo Ocón al Museo Ruso, del Cementerio Inglés a la Sala María Cristina, del Centro Andaluz de las Letras al Contenedor Cultural de la Universidad de Málaga, del Pompidou a un barco surcando la había con cuatro poetas a bordo. Todo en busca de convertir el festival en una “experiencia poética”.

Encuentros, recitales, conciertos, talleres para jóvenes autores en una propuesta híbrida, mestiza, lúdica y potente con altura de miras y los pies en la acera. El rap de Eskarnia en su homenaje a Gloria Fuertes junto al nuevo libro de Rafael Argullol, una noche dedicada a las brujas y las gitanas con Sara Torres y Paca Torres en el mismo cartel que los versos mortuorios de Javier Fernández en la capilla del Cementerio Inglés, un cartel paritario de autores y autoras en busca, como reza el programa, de “la poesía que sale a la calle y recorre todos los barrios de la ciudad con un carrito lleno de libros que son alimento”.

Poesía de espíritu “kinki y gamberro”. La POEZÍA, que escribió en los muros de la ciudad hace tres décadas en colectivo Agustín Parejo School y que ahora recupera como santo y seña el renovado Irreconciliables. 'Millennians' mirando al pasado para ganar el presente. Y el futuro. Sin estereotipos ni covachuelas.

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