El Aula de Cultura con Emilio del Río, esta tarde en el Salón de Actos de Unicaja

Emilio del Río ve señales del mundo clásico por todas partes. Porque están ahí, aunque pasen inadvertidas para la mayoría, aunque muchos no sean conscientes de que lo que acaban de decir se pronunciaba igual hace miles de años atrás. Filólogo clásico de formación y divulgador de vocación, Del Río condensa ahora su fascinación por la mitología en un libro para todas las edades, 'Pequeña historia de la mitología clásica' (Espasa). El jueves 5 de diciembre, a las 19.00 horas, lo presenta en el Aula de Cultura de diario SUR, en el Salón de Actos Unicaja (plaza de la Marina,3), con la colaboración de Fundación Unicaja y Cervezas Victoria. Lo hará a su estilo, con un show cercano y ameno fiel a esa máxima que cada fin de semana defiende en su espacio radiofónico 'Verba Volant', en 'No es un día cualquiera' de RNE: «Los clásicos son divertidos».

-Lo oportuno sería empezar la entrevista con un 'Ave, Emilio'.

-(Risas) Hablamos latín sin darnos cuenta. Ave o salve, que es la otra forma de saludo son la prueba. El español no solamente viene del latín, sino que además muchas de las palabras que utilizamos no han cambiado en 3.000 años, son latín en estado puro. Por eso hay que recuperarlo en la ESO y en el bachillerato. Nos ayuda a conocer nuestra lengua, nos ayuda a conocernos a nosotros mismos y, además, muy importante, el latín es divertido.

-Es lo que usted consigue demostrar cada vez que habla y escribe.

-Lo intento. Es un principio de los clásicos, el de enseñar divirtiendo, 'docere delectando'. Es una forma muy eficaz de aprender y es lo que intento con la mitología, con el libro 'Pequeña historia de la mitología clásica' y con la charla-show que vamos a tener este miércoles en Málaga.

-¿Y en qué momento hemos perdido esa conciencia de que los clásicos son divertidos?

-Bueno, eso es en nuestro país. En los otros grandes países de Europa, en Alemania, Reino Unido, Francia o Italia, se estudia más latín, más griego y más cultura clásica que en España. En este sentido, vamos por detrás de ellos. Todos estos países están por delante de nosotros en los indicadores económicos, de desarrollo, de bienestar social… y creo que una de las claves es que estudian más latín que nosotros. Un par de años en la ESO y en el bachillerato nos pondrían al nivel. Pero lo más importante es que son divertidos, que te lo pasas bien, que aprendes, que te sirven para la vida.

-En realidad, la mitología es un culebrón.

-La mitología son esas historias fascinantes de dioses, de héroes, de algún humano que lleva a cabo hazañas extraordinarias. Pero no solamente son historias divertidas que nos han acompañado a la humanidad durante miles de años, es que además son lecciones de vida. Al fin y al cabo, para ellos era una forma de religión y, en la medida en la que los humanos imaginamos a los dioses, proyectamos en ellos la condición humana. La mitología habla del bien, del mal, de la generosidad, de la avaricia, de la lealtad, de la traición. Y por eso sirven para la vida. Primero, los mitos clásicos son divertidos. Viajas en caballos alados; te enfrentas a un monstruo de un solo ojo en la frente para salir del laberinto; tienes que luchar contra un ser mitad toro, mitad humano que habita dentro del laberinto y que devora a los que entran… Segundo, nos sirven para entender la cultura occidental, el arte, la música y la literatura. Y en tercer lugar, nos sirven también para entendernos a nosotros mismos, para conocernos y para tomar mejores decisiones, porque los mitos son lecciones morales. ¡Vivimos rodeados de mitología, además!

-¿Cómo?

-Los días de la semana son mitos, muchos meses, los planetas… Un montón de expresiones que utilizamos. «Es una odisea llegar a fin de mes», «la situación política es laberíntica», «no hay que hacer caso a los cantos de sirena políticos». Estamos rodeados de mitología, mucho más de lo que pensamos.

-Hablaba antes del latín, pero tenemos también una enorme carencia en cultura grecorromana. Estas historias no se estudian en los colegios.

-Pero solo en España. En los otros grandes países de Europa, sí. Y además hay demanda. Yo lo veo por la radio y por los libros.

-¿Y qué nos pasa aquí?

-Pues no lo sé… Pero ahí están los libros 'Latin Lovers', 'Calamares a la Romana', 'Locos por los clásicos' y 'Pequeña historia de la mitología clásica' para compensarlo.

-En esa percepción de que los clásicos son aburridos o difíciles, también influye mucho la forma en la que se cuentan. Y usted, en eso, es un experto.

-Es la clave, hay que hacerlo atractivo y con contenido, las dos cosas.

-Además, porque no se pueden contar las cosas como se hacía hace quince años. Usted mismo incorpora expresiones actuales, del 'selfie' a instagram.

-En la medida en la que evoluciona la sociedad en la que vivimos, evoluciona también la forma de contar las cosas en esa sociedad. Y esa es una de las grandezas de los mitos, que miles de años después nos sirven para la vida. Por eso los clásicos son clásicos y por eso la mitología es tan fascinante y merece la pena acercarse a ella. Merece la pena acercarse a la 'Pequeña historia de la mitología', en editorial Espasa, y a la charla que vamos a tener el miércoles a las 19.00 horas. El público va a cantar, va a bailar y va a aprender con la mitología.

-¿Y se pondrá la toga?

-Pues si hace falta, sí.

-¿Y los jóvenes se acercan también?

-Muchísimo. El libro es para todas las edades, para lectores de 0 a 100 años. El estilo no solamente está pensado para adultos, sino para jóvenes. Y no está pensado solamente para jóvenes, sino también para adultos. Que un lector de cualquier edad se enganche en la lectura del libro.

-Y usted, ¿tiene algún dios favorito? De ser uno, ¿cuál elegiría?

-Más que ser uno yo, me gusta la diosa Atenea, porque es la diosa de la sabiduría, de la inteligencia, de la civilización -porque es la diosa de la ciudad, de Atenas- y es la diosa del diálogo. Y en una ciudad hay que dialogar mucho, hay que llegar a acuerdos, aunque solo sea para ver por dónde cruzamos la calle. Y es una mujer, una diosa, me encanta que sea así.

-Hasta en eso nos llevaban delantera los clásicos.

-En la mitología al menos. El mundo era patriarcal, como lo ha sido la humanidad durante miles de años; pero la mitología es muy igualitaria. Hay una diosa del feminismo radical que es Ártemis, por ejemplo.

-¿Le hubiera gustado vivir aquella época o es mejor estudiarla desde el siglo XXI?

-Yo creo que cada época tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Sabemos ahora más del mundo clásico que incluso ellos mismos, porque tenemos una visión global que ellos no tenían. Creo que hay que acercarse al mundo clásico no como si fuéramos un club de fans, sino para estudiarlo. Para comprender nuestra historia, nuestra cultura, nuestro presente, para afrontar mejor el futuro y, sobre todo, porque pudiendo cometer nuevos errores, ¿para qué cometer los errores de siempre? Aprendamos de los que ellos ya cometieron para no repetirlos.

-En la mitología se hacían barbaridades.

-Como en la vida. Esa es la parte de catarsis de la mitología y del mundo clásico. La condición humana tampoco ha cambiado tanto, seguimos sintiendo como sentían ellos.