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Del Río, junto a varios ejemplares de su libro. SUR
Emilio del Río: «Se puede pasar muy bien aprendiendo latín»

Emilio del Río: «Se puede pasar muy bien aprendiendo latín»

El profesor y político presenta este jueves 'Latín lovers', donde recuerda la vigencia del mundo clásico con referencias al deporte, la música, el cine, la comida o el lenguaje

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Miércoles, 3 de abril 2019, 23:10

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Está empeñado en demostrar que el latín sigue vivo. A través de referencias al deporte, la economía, la comida, el cine o la música, el profesor y político Emilio del Río (Logroño, 1963) recuerda en 'Latín lovers' que el mundo clásico mantiene una poderosa presencia en nuestra vida diaria. Este jueves presenta su libro a las 19.00 horas en el salón de actos del Rectorado de Málaga.

-¿Cuál fue su primer contacto con el latín?

-Estudié Ciencias en Bachillerato, pero hice un año de Latín y me gustó tanto que me di cuenta de que en la Universidad quería estudiar Filología Clásica. Como suele ocurrir, tuve un buen profesor que despertó mi vocación. Se lo digo a menudo a mis alumnos, y también a mis hijos: hay que estudiar lo que a uno le gusta y entregarse con pasión.

-¿Qué le diría a quienes piensan que es una lengua muerta?

-¡Que para nada! Es una lengua inmortal. Tiene 3.000 años. Ha resistido a las lenguas romance, las nuevas tecnologías y nuevas maneras de entenderlo todo. Hablamos un latín evolucionado. Por eso el subtítulo del libro es 'La lengua que hablamos sin darnos cuenta'. Sabemos mucho más latín del que pensamos. Y además es divertido. Se pasa muy bien estudiando latín y he escrito el libro para quienes lo aman pero también para quienes no tienen ni idea.

-Hablamos latín incluso cuando nos hacemos los suecos...

-Claro. Hacerse el sueco no tiene nada que ver con Suecia, sino con el mundo clásico. En el teatro romano utilizaban zuecos como calzado, que viene de la palabra 'soccus'. A los payasos, de hecho, se les llamaban zapatones. Para hacer reír fingían que no se enteraban de nada. El 'soccus' denominaba al todo, de la misma manera que llamamos 'espada' al torero. Los actores de comedia eran 'soccus' y de ahí viene hacerse el sueco. El latín está presente en nuestro día a día. Cuando pedimos una ración de jamón o de gambas estamos siguiendo una costumbre romana. Y, por cierto, jamón y gambas son la misma palabra.

-También compartimos sentido del humor con los romanos.

-Es una de las grandes aportaciones romanas. Los griegos nos dieron la filosofía. Los romanos, el sentido del humor. El latín es divertido y tenemos que reírnos de nosotros mismos porque sólo el humor nos salva de la angustia.

-¿Qué le parecen los anglicismos?

-Un 60 por ciento del vocabulario del inglés procede del latín, porque antes que inglés en las islas británicas se habló latín durante unos cuantos siglos. De hecho, hasta para salirse de la Unión Europea han utilizado el latín con su 'Brexit'.

-De 'exit', salida.

-Es latín a través del inglés. Cuando escucho que utilizamos palabras inglesas, aunque vengan del latín, como 'champion', es como darle un martillazo a nuestra propia historia. Nos estamos cargando nuestro patrimonio lingüístico, que es el más importante, porque si algo somos es lenguaje.

-¿Se ha degradado el lenguaje?

-Creo que debemos estudiar más latín. No digo que todos hagamos Filología Clásica, pero en otros países de la Unión Europea, como Alemania o Inglaterra, se estudian cuatro años de Latín. No estaría mal que estudiásemos más, porque tendríamos mejores ciudadanos. Con el libro he querido demostrar que se puede pasar muy bien aprendiendo latín.

-A algunos de sus colegas en el Congreso no les iría mal repasar algo de latín...

-No personalizaría. Creo que en general nos haría bien a todos. Es uno de nuestros retos como país. Una de las primeras medidas del ministro de Educación de Macron en Francia fue incrementar las horas de Latín en Secundaria. Forma mejores ciudadanos, amuebla cabezas y hace que conozcamos mejor nuestra cultura.

-¿A quién considera mejor orador en el Congreso?

-Creo que hay muy buenos oradores. Pablo Casado es uno de los mejores.

-Barriendo para casa...

-Es un hombre que puede hablar sin leer, y eso es muy importante en comunicación.

-¿Y alguno que no sea de su partido?

-También Albert Rivera.

-'En Latín lovers' cita a Borges para recordar que la buena literatura anima a leer más literatura. ¿Y la mala?

-La mala literatura es como un mal profesor. Decía Camus que uno de los peores asesinatos es un mal profesor, porque hace que aborrezcas las asignaturas. Por eso es importante que cuidemos a los maestros, que por cierto proviene de magister, que significa 'el que es más'. Tenemos que darles cariño y pagarles más. Necesitan más reconocimiento social y más autoridad. Son la clave. ¿Qué hay más importante que la transmisión de conocimiento?

-Otro de sus referentes es Séneca.

-Da gusto leer sus obras, aunque no fuese especialmente divertido. Y tenía un pensamiento fantástico para Twitter. Hubiera sido un gran tuitero.

-Los romanos también eran muy escatológicos.

-No tenían tanto pudor como nosotros. Meaban y cagaban juntos. Los váteres estaban dispuestos uno al lado de otro. Luego se limpiaban con una esponja que enjuagaban en un canalillo, y mientras tanto hablaban de sus cosas. En el puerto de Roma hay letrinas decoradas. Una dice: Caga fuerte y que le den al médico.

-¿Extiende su reivindicación al griego?

-Cada vez que digo latín quiero decir griego.

-Ahora parece que se ha inventado el poliamor.

-Nuestra manera de ver el mundo y sentir el amor y expresarlo de una determinada forma, a diferencia de los chinos o los japoneses, por ejemplo, se explica porque nuestra cultura viene de la cultura romana, del mundo clásico. Por eso digo que sabiendo latín se hace mejor el humor y el amor.

-Usted que tiene mano en el Congreso, ¿no ha pensado en la posibilidad de que el latín y el griego ganen peso en los planes de estudio?

-¡Ya no soy diputado! Se aprobó por unanimidad que el latín y el griego fueran patrimonio de la humanidad. Pero tenemos el reto de estudiarlas, es cierto. E, insisto, el latín es muy divertido. Nos ayuda a conocernos a nosotros mismos.

-¿Qué le parece la coletilla 'en plan'?

-Cada época tiene sus propias muletillas. Ahora están 'en plan', 'total', 'esto no, lo siguiente'... No hay que rasgarse las vestiduras, pero creo que empobrecen el lenguaje. Y el lenguaje no es una cosa cualquiera, porque pensamos con el lenguaje. Nos ayuda a tener más criterio. El latín nos hace mejores ciudadanos. No sólo hacemos mejor el amor, sino que nos hace más libres.

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