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José Antonio Garriga Vela y Eduardo Ruiz Sosa, ayer ante el concurrido aforo de la librería Áncora. francis silva
Eduardo Ruiz Sosa descubre en Málaga las emociones íntimas de 'El libro de nuestras ausencias'

Eduardo Ruiz Sosa descubre en Málaga las emociones íntimas de 'El libro de nuestras ausencias'

El mexicano presenta junto a Garriga Vela su última novela, en la que refleja la violencia de las desapariciones del narcotráfico en Culiacán

irene ortiz

MÁLAGA

Martes, 13 de septiembre 2022, 00:09

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«Una vez ocurre una ausencia, hay una especie de suspensión temporal en la vida de las familias». Comenzaba así Eduardo Ruiz Sosa en Málaga la presentación de su nueva novela 'El libro de nuestras ausencias' (Candaya), una obra que refleja la violencia de las desapariciones sucedidas al norte de México y el intento por recuperar el anhelo que provoca la muerte. El autor mexicano dio a conocer su último libro ayer en la librería Áncora de la mano del escritor y colaborador de SUR José Antonio Garriga Vela.

'El libro de nuestras ausencias' es, como calificaba Garriga Vela, un libro «cautivador y hechizante, con un poder mágico capaz de transportarte a otro lugar», en este caso, a la ciudad de Culiacán (México). La trama se desarrolla en el seno de las desapariciones del narcotráfico. «Estamos hablando de personas cuyos cuerpos nunca aparecen, o rara vez aparecen, que superan los 100.000 o 200.000 en números y que han poblado de fosas clandestinas prácticamente todo el país», explicó Ruiz Sosa.

En este contexto, más concretamente, se narra la historia de una actriz de teatro, Orsina, la cual desaparece, y cuya búsqueda emprenden un grupo de amigos. En este hilo de personajes variados y que, a opinión de Garriga Vela, «hacen un peregrinaje dentro de la obra», se localizan dos figuras históricas: Julia Pastrana, conocida como «la mujer más fea del mundo», y José de Gálvez, Visitador General de la Nueva España, responsable de una serie de masacres en el noreste de México. Ambos personajes, están anclados a ese «viaje por el tiempo» donde se desata la violencia.

Ritmo y puntuación, claves

«¿Qué tanto desencaja la ausencia en la vida de una familia?», se preguntaba Eduardo Ruiz Sosa. La idea, según reveló, no era tratar la desaparición forzada o la violencia del narcotráfico como un fenómeno cronístico, periodístico o histórico, sino como un fenómeno íntimo. Para ello, la prosa, el ritmo frenético y la puntuación juegan un papel fundamental en la obra. Sobre todo, el uso de las minúsculas. «Es como si uno entrara en una conversación que ya inició antes y saliera como si continuase en otro momento», afirmó el autor.

El teatro es uno de los elementos principales que envuelven la obra, ya no solo por ser uno de los escenarios donde se desarrolla la novela, sino porque los personajes se mueven entre los límites de la escena y la realidad. Otro de los espacios es una imprenta que se transforma en un templo expiatorio y lugar de reunión de las familias de los desaparecidos.

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