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Ignacio Martínez, Javier Recio y Rodrigo Ponce de León, ayer en un momento del debate.
Prensa y poder: un equilibrio necesario

Prensa y poder: un equilibrio necesario

El ciclo de la Diputación sobre medios y política aborda las relaciones entre ambos ámbitos

Antonio Javier López

Viernes, 12 de diciembre 2014, 01:10

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Si la historia se escribe en los medios de comunicación, quizá puede leerse también ahí algo más definitivo y difuso como el estado de ánimo de una sociedad en un momento determinado. Porque la cita amagó con un comienzo algo tristón y descreído, casi cenizo, pero de a poco se fue animando el asunto hasta levantar el vuelo y la mirada hacia un futuro incierto, sí, pero también apasionante. Hablaban los tres ponentes sobre las relaciones entre el poder político y los medios de comunicación, quizá no sólo reflejo, sino también, quizá, espejo de la sociedad.

El nuevo encuentro del ciclo El poder político y los medios de comunicación promovido por La Térmica dependiente de la Diputación Provincial reunía al director de la agencia de noticias Colpisa y de la Redacción Central de Vocento, Rodrigo Ponce de León y al articulista del Grupo Joly, Ignacio Martínez en un debate moderado por el subdirector de SUR, Javier Recio. Comenzaba este último con la imagen del agua y el aceite para reivindicar la necesaria y natural separación entre políticos e informadores, si bien ambos ámbitos «se necesitan»: los gobernantes buscan divulgar su gestión y los periodistas, noticias.

Un equilibrio tan necesario como complejo, sobre todo cuando entran en liza la publicidad a cargo del presupuesto público. «Con la crisis, los medios han dejado de ser perros guardianes, para ser perros falderos del poder», sostuvo Martínez. Dejaba, eso sí, el articulista y excorresponsal la puerta abierta al optimismo, al recordar cómo algunos medios tradicionales han encontrado en las suscripciones a sus contenidos digitales una nueva y creciente vía de ingresos en sus cuentas de resultados: «Nos debemos a los lectores éticamente, pero también serán nuestra principal fuente de ingresos».

Ponce de León negaba la mayor nada más comenzar y descartaba esa primera «visión apocalíptica» de la profesión periodística aportada por su compañero de mesa. «¿Qué caso de corrupción no se está publicando?», preguntó a modo retórico para ilustrar el compromiso de los medios con la audiencia. «Estamos en un momento de absoluto cambio de ciclo y con la digitalización los ciudadanos tienen cada vez más posibilidades de hacer oír su voz. En poco tiempo, los medios nos adaptaremos a esa digitalización», abogó el director de la agencia Colpisa.

Pasaba el partido a campo neutral y Ponce de León y Martínez coincidieron en la necesidad de que el foco informativo vire de los despachos oficiales a las aceras. «Debemos recuperar el diálogo con aquellos a los que nos debemos: los ciudadanos», esgrimió Martínez. Y una de las crecientes demandas de la audiencia pasa ahora, justo, por la información política, como reiteró Ponce de León. « Ahora hay un interés como nunca lo había habido desde la Transición por la información política. Hay una necesidad brutal de información política por parte de los ciudadanos», aportó el director de la Redacción Central de Vocento.

El «rayo vivificador»

Aunque los intereses del público a menudo no casan con los que manejan los políticos. Y en ese ámbito ofrecía Martínez algunas suculentas anécdotas, como la de aquel consejero del primer gobierno autonómico andaluz que hablaba del «rayo vivificador» de las cámaras, daba igual si al final se emitían o no las imágenes, lo crucial era, para el consejero, el poder revitalizante de la perorata ante el micrófono. Un político, por cierto, autor de la frase recordada ayer por Martínez: «La televisión se ha hecho para salir».

Eso sí, Ponce de León marcó las líneas rojas que deben servir de guía en el oficio de informar: «Los medios tenemos que darle voz a los agentes políticos, pero sobre todo atender a lo que demandan los ciudadanos». Ese equilibrio, tan complejo y necesario.

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