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Tomás García Yebra
García Yebra: «Fallan nuestra mentalidad y el profesorado»

García Yebra: «Fallan nuestra mentalidad y el profesorado»

El escritor y periodista carga en su novela 'El profesor chiflado y Mister Wert' contra los planes de enseñanza tanto del PP como del PSOE

Antonio Paniagua

Lunes, 5 de mayo 2014, 00:27

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«No nos enseñan a pensar; tan solo nos adoctrinan para que avalemos los intereses de los gobiernos de turno». Sobre esta idea pivota 'El profesor chiflado y Mister Wert' (Funambulista), una novela valiente y provocadora que indaga en los porqués del continuo naufragio de nuestros sistemas educativos (tal como nos lo recuerdan -una y otra vez- los informes Pisa).

El protagonista de la obra, don Eufrasio Tónico, imparte clase de Lengua y Literatura en un colegio finlandés de Madrid. Sus revolucionarios métodos, su amenidad, su cercanía y complicidad con los alumnos contrastan con «ese profesorado que todos hemos padecido: rutinario, plomizo y falto de creatividad», afirma Tomás García Yebra (Madrid, 1956), un periodista vinculado a Vocento desde hace más de 20 años. «Saber enseñar no está al alcance de cualquiera», sostiene. «Tú puedes saber muchísimo de la vida de Napoleón o del Quijote y luego ser una persona negada a la hora de transmitir esos conocimientos. Para enseñar hay que motivar y cautivar».

Ahí, según García Yebra , radica la diferencia entre el profesorado finlandés y el nuestro. «En Finlandia tienes que demostrar tus capacidades pedagógicas, mientras que en España te exigen que apruebes unas oposiciones», explica. «Si te sabes el temario como un papagayo las aprobarás, lo cual no garantiza que seas un buen profesor. Los profesores, en los países nórdicos, están bien considerados y bien retribuidos, lo contario de lo que sucede aquí».

El autor de 'Los crímenes del Museo del Prado' piensa que el problema de la educación en España viene de muy atrás y no tiene fácil solución. «¿Qué se puede esperar de un país que ha inventado el género de la picaresca?», pregunta irónico. El pícaro, afirma, se cuela en todos los estamentos y empapa nuestra convivencia. «Hay infinidad de pícaros entre los políticos, los banqueros, los jueces, el mundo de las finanzas y en la propia ciudadanía».

En un alarde de autocrítica se incluye en este paquete. «Si a mí me aseguran que con tal o cual maniobra en mi declaración de la renta voy a pagar doscientos o trescientos euros menos a Hacienda, me tiro de cabeza». En Finlandia, sostiene, ese tipo de comportamientos resultan impensables. «El niño finlandés que copia en la escuela es un tramposo, y el adulto que defrauda a Hacienda es un impresentable listillo a quien no hay que dirigirle la palabra. ¿Cómo corregimos esta mentalidad de pícaros, tan arraigada en nuestra cultura? Seguramente con educación, pero necesitamos décadas -o siglos- para conseguirlo».

Lucidez

García Yebra también cuestiona la metodología empleada en la asignatura de Lengua y Literatura. «Aprender los tiempos de los verbos no sirve para nada; los análisis morfológicos y sintácticos tampoco sirven para nada. Lo importante es leer, cuantos más libros mejor, y debatir su contenido en las clases», argumenta. «¡Por favor, señores profesores, no aconsejen a un alumno de 16 años 'La Celestina', 'El Poema de Mío Cid' o 'El Quijote' porque cogerán aversión a la letra impresa».

Aparte de los continuos debates en clase, el singular y atípico profesor adiestra a los alumnos a pensar por sí mismos. Su lema es: «No me hagas culto, la cultura domestica; hazme lúcido, la lucidez desenmascara».

«Escribir de forma clara y sencilla parece fácil, pero en realidad es dificilísimo. Es complicadísimo escribir como Miguel Delibes. Ahora, parece que todo tipo de escritura o literatura tiene que ser enrevesada, y sucede también con el lenguaje de entidades bancarias o incluso las leyes judiciales. Es mi caballo de batalla, pero clarificar no interesa para quien tiene el poder».

El autor evita subirse al carro de las críticas a la polémica Lomce. «La novela no va contra la 'ley Wert', sino contra el sistema educativo, el sistema de enseñanza. A la familia del ministro Wert la conozco desde hace años e incluso hago un guiño simpático como homenaje a Ricardo Wert, el padre del ministro, que escribía novelas policíacas».

García Yebra imparte un taller de periodismo y escritura creativa en la librería-museo que ha montado en Las Navas del Marqués (www.museonavasdelmarques.com). Las herramientas que utiliza en sus clases son el diccionario María Moliner, los libros de estilo de ABC y El País, el de dudas de Manuel Seco, 'Las 500 dudas más frecuentes del español' que ha publicado el Instituto Cervantes y los libros de Álex Grijelmo. «Este autor tiene el don de la claridad y la amenidad, por eso recomiendo toda su obra», concluye.

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