Juega con Bernardo de Gálvez

La página nace como continuación del libro del periodista Guillermo Fesser 'Conoce a Bernardo de Gálvez', con ilustraciones del malagueño Alejandro Villén. Fesser llegó a la figura del militar malagueño a través de la campaña encabezada por Teresa Valcárce para que el Capitolio colgara su retrato, tal y como prometió -e incumplió- el Congreso de los EE UU en 1783 por su contribución a la independencia americana. «Todos los latinos estuvieron ahí ayudando a un señor que se llamaba Washington, hablando en español, peleando en español y dejándose la vida en español para que EE UU exista. Eso hay que contarlo», sentencia en una entrevista que puede verse en la web. Tirando del hilo de Bernardo de Gálvez, Fesser se encontró con mucho más, con una parte de la historia española jamás difundida ni a un lado ni al otro del charco.

'Conoce a Bernardo de Gálvez', en papel y en web, es su manera de reivindicar el peso de lo español en el origen de la nación americana y de hacérselo saber a los más pequeños. «Que los latinos sientan que de verdad pertenecen a este país con todos los derechos», asegura el periodista y escritor español afincado en Nueva York.

Porque Fesser ha encontrado rastros de la influencia española hasta en los lugares más insospechados. El río Hudson fue en los mapas Río San Antonio durante un siglo; los caballos salvajes de las playas de Maryland son descendientes de los que sobrevivieron al naufragio de un galeón español en 1750, la primera sinagoga en Manhattan la fundó un español en 1654, los primeros rodeos en Texas fueron organizados por los vaqueros españoles en la primera mitad del siglo XVIII... Y así decenas de curiosidades históricas a los que el niño llegará a través de juegos, adivinanzas y retos del tipo 'quién es quién'.

Información sobre el libro (que se puede adquirir por Internet) y textos sobre la vida de Bernardo de Gálvez (su biografía, el significado de su escudo, las características de los galeones que dirigía) completan una web accesible para los niños. Y apta también para adultos. Nunca es tarde para descubrir nuestra propia historia.