Joffrey Baratheon revoluciona una Freakcon ya consolidada

El irlandés, que tiene en la actualidad 26 años, ha sido el gran invitado de Freakcon. Tras la caída de Finn Jones de la lista de invitados, compañero suyo en la serie, la organización consiguió cerrar un acuerdo con Gleeson. Y a tenor de cómo estaba el auditorio, donde no cabía un fan más, ha sido una decisión acertada. A las 17.00h comenzó un encuentro con todas aquellas personas que habían sacado un ticket gratuito para escuchar su charla. Algunos titubean al preguntar al actor, otros en cambio, le hablaban como si le conocieran de siempre. Un espacio que sirvió para descubrir detalles de su vida, como que en la actualidad estudia Filosofía en la universidad, y de la serie, reconociendo que si hubiera podido elegir, hubiera sido Lannister de nuevo, por el clima de Desembarco del rey y por las vestimentas de la casa. Tras concluir la conferencia, aquellos que habían pagado por su firma o foto, se pusieron en cola para conseguir un recuerdo de su ídolo.

Mientras tanto, la jornada de Freakcon siguió como de costumbre, hasta alcanzar en esta ocasión los 30.000 visitantes. Aun así, al evento aún le quedan algunos puntos flacos por mejorar, sobre todo en lo que a cómic se refiere. La presencia de las grandes editoriales españolas es casi nula, salvo por un pequeño stand que compartían Astiberri y Norma. El momento en el que las otras tres grandes, Panini, ECC y Planeta, hagan acto de presencia, será el punto de inflexión para Freakcon.

Todo se reduce también a un panorama en el que los gustos están cambiando. Los 'youtubers' logran colas de gente esperando que les firmen algo, mientras que los autores de cómics, ya sean guionistas o dibujantes, no consiguen el reclamo que sí que encuentran en eventos que se hacen en el norte. Tal vez porque ante el abanico de ofertas, el público de Freakcon tiene una edad más reducida. Tal vez porque Málaga siempre está a la cola de ventas en lo que al noveno arte se refiere. Sea como sea, el cómic, que sirve de alimento en la actualidad para otras artes, no consigue alcanzar el puesto que le corresponde.

Un padre con una camiseta naranja, como la que llevaba Son Goku se cruza con una madre vestida de Mera, la pareja de Aquaman. Es curioso observar cómo aquellos jóvenes que crecieron viendo Mazinger Z o Dragon Ball, son ahora padres que acompañan a sus hijos a este tipo de eventos vestidos de los héroes que sus niños ven en ellos. Un ejemplo que demuestra, una vez más, que este tipo de convenciones no solo son para todos los públicos, sino que también lo son para toda la familia.