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Histórico y singular regreso del toreo en la era del coronavirus

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Ñito Salas

Histórico y singular regreso del toreo en la era del coronavirus

La plaza de Málaga es la primera de máxima categoría que celebra un festejo bajo el estado de alarma con una clase práctica, sin público y en silencio

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Sábado, 30 de mayo 2020, 22:42

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El toreo inicia el paseíllo del cambio de fase y su particular desescalada. Después de que la pandemia del coronavirus haya obligado a suspender centenares de festejo y ferias tan importantes como las de Valencia, Sevilla o Madrid, la tauromaquia busca recuperar cierta normalidad ya que es uno de los sectores donde la cornada del Covid-19 es de pronóstico más grave. La tauromaquia regresó al ruedo en la tarde de este sábado en la plaza de La Malagueta con la celebración de una clase práctica adaptada a la actual normativa sobre espectáculos, lo que hizo que no hubiera público en los tendidos.

Estas especiales circunstancias hicieron que el de este sábado fuera un festejo histórico al ser el primero que se celebra bajo el actual estado de alarma y en la era del coronavirus en una plaza de primera categoría como es la de Málaga y también singular por el hecho de la ausencia en los tendidos de aficionados, que son parte esencial y fundamental de un espectáculo bullicioso por naturaleza. Por ello, las sensaciones que rodearon a esta novena edición del Certamen Doctor Juan Pedro de Luna organizada por la Escuela Taurina Provincial, que dirigen Óscar Plaza y Fernando Cámara, fueron extrañas y con un sentimiento agridulce: tristeza por hacerlo en la actual coyuntura y satisfacción por la vuelta de la fiesta en lo que es un mensaje de esperanza cara al futuro y sirvió para 'matar el gusanillo' de los aficionados que pudieron seguir el devenir del festejo a través de las cámaras de 101 Televisión.

A la ausencia de público –por ende no hubo trofeos– se unió que no hubo notas musicales, ni clarines para anunciar los cambios de tercio y la presidencia quedó reducida a un sólo integrante, papel que recayó en el aficionado Diego Cerezo. El silencio marcó el paseíllo que hicieron el matador de toros Fernando Rey, encargado de impartir la clase práctica, y los alumnos de la Escuela Taurina Provincial Julio Alguiar, Cayetano López y Manuel Martínez, acompañado de cinco subalternos y un caballo para el arrastre de los erales del hierro de Casa de los Toreros que saltaron al ruedo.

Al término del paseíllo se guardó un minuto de silencio por los fallecidos a causa del coronavirus mientras las banderas del coso ondearon a media asta. En los burladeros del callejón apenas se congregaron una treintena de personas, guardando las distancias de seguridad y con mascarillas, entre ellos los diputados Víctor González, Francisco Oblaré y Juande Villena, que con su presencia mostraron el apoyo de la Diputación de Málaga a la fiesta, así como el doctor De Luna.

Cogida

En lo puramente taurino, hubo que lamentar la cogida que sufrió Cayetano López en el segundo de la tarde. En la caída, 'Manejado' le dio una patada en la cara que le dejó aturdido por lo que tuvo que entrar en la enfermería, donde necesitó cinco puntos de sutura, y fue trasladado al Hospital Parque San Antonio para hacerle un TAC.

Por esta circunstancia, el peruano Alguiar lidió dos erales de diferente condición en los que intentó el lucimiento logrando algunos muletazos de buen trazo. Debutó en una plaza Manuel Martínez, quien a pesar de su bisoñez dejó muy buenas sensaciones y demostró que tiene un concepto muy puro de la tauromaquia. Cerró Fernando Rey con una buena actuación que puso el broche de oro a un festejo que ya ha entrado con letras de oro en la historia de la tauromaquia.

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