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Juan Bordes, director de la Calcografía Nacional, presentando la muestra 'Goya, tres lecturas'. EFE.
El grito de Goya resuena con plena actualidad

El grito de Goya resuena con plena actualidad

La Real Academia de Bellas Artes explora su visión de la mujer, la guerra y el rostro a través de sus estampas | «El Goya más Goya es el de los grabados, el más comunicativo y didáctico», asegura Juan Bordes, director de la Calcografía Nacional.

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Martes, 29 de septiembre 2020, 19:44

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«Sus estampas son imágenes terriblemente actuales. Goya vuelve a gritarnos con rabia desde cada uno de los mundos que creó, y su grito tiene hoy plena actualidad». Así se refiere Juan Bordes, director de la Calcografía Nacional, a las imágenes que conforman la muestra 'Goya, tres lecturas. La mujer, la guerra y el rostro'. En cartel hasta el 3 de enero, en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, explora tres aspectos cruciales en los grabados goyescos para desvelar nuevos detalles de un universo inagotable. «Esas historias secundarias que están contadas en los rostros» y esa «otra mirada con la que Goya quiso comunicarse con el pueblo».

Reúne casi un centenar de estampas originales del genio de Fuendetodos. Cincuenta de ellas son de la serie de los 'Caprichos', 38 de los 'Desastres de la guerra' y 6 de los 'Disparates'. Todas son primeras impresiones de estas legendarias series de grabados, uno de los grandes tesoros de la Academia de Bellas Artes. «El Goya más Goya es el de los grabados, el más comunicativo y didáctico», destaca Bordes.

«La crítica y la autocrítica son la gran manifestación del profundo amor de Goya por su país, un amor que no se ha comprendido bien. Él quería denunciar las injusticias para construir una sociedad mejor, y lo hace con estas imágenes, que para algunos son antipatrióticas y antiespañolas», apunta el comisario.

En el primer apartado de la muestra vemos que Goya retrata a la mujer «como dueña de un rico catálogo de sentimientos y expresiones que no otorga a los hombres». Indaga en sus actividades cotidianas, en sus momentos de ocio y diversión, «pero también en ellas como objeto de la violencia masculina, víctimas de abusos y sometidas a la voluntad patriarcal».

La segunda parte se fija en las estampas en las que Goya reflejó el horror de la guerra y sus consecuencias y que demuestran, según Bordes «cómo el artista está presente en la sociedad». Sobre los rostros destaca el comisario la «brutalidad» de unos retratos conectados los tratados de fisionomía de coetáneos del artista, y que refleja con crudeza «la animalidad, ciertas patologías y la degradación humana».«Goya construye un rostro brutal con gran intuición a partir de las tres líneas fisionómicas de la época: los animales, el rostro de los locos, y el caricaturesco y tienen también conexiones con los rostros de Leonardo da Vinci», concluye el comisario.

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