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El público acude de manera entusiasta en los primeros compases de La Noche de los Libros.

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El público acude de manera entusiasta en los primeros compases de La Noche de los Libros. Salvador Salas

La Noche de los Libros revalida su poder de convocatoria

Literatura ·

La cita cultural se sobrepone a las adversidades de la pandemia y la meteorología de la mano de la entusiasta respuesta del público

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Viernes, 24 de septiembre 2021, 20:00

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Pasan unos minutos de las ocho y media mientras cae la noche del viernes sin que la lluvia cumpla su amenaza y en los jardines de La Térmica la cola roza la verja de la entrada. Hay parejas jóvenes, algunos jubilados y muchas familias con hijos pequeños. Esperan con paciencia para entrar a un lugar que ofrece libros, coloquios con escritores, música en directo, teatro y una terraza al aire libre para picar algo. Al otro lado la gente compra sin prisa ni pausa novelas, poesía (mucha poesía) y algo de ensayo. Más de 20 personas se han quedado con las ganas de escuchar a un escritor irlandés que ha ganado el Premio Princesa de Asturias y coquetea desde hace años con el Nobel. Y si todo esto tiene un nombre que evoca a la temperatura a la que arde el papel, lo visto aquí esta noche desmonta a los cenizos del todo-mal-siempre.

Porque Málaga 451. La Noche de los Libros ha sabido sobreponerse a las adversidades de la pandemia y la climatología para revalidar en su sexta edición su extraordinario poder de convocatoria. El control de aforos deja atrás la concurrencia de años anteriores por momentos digna del Desembarco de la Legión para ofrecer una experiencia más amable y accesible, a la que el público responde con deportividad y entusiasmo. “Estamos muy contentas de cómo está saliendo todo. Creo que las librerías hemos encontrado cada una nuestro propio perfil y tengo la impresión de que apenas nos 'pisamos' los títulos entre nosotros”, brinda Noelia Clavero, de Rayuela.

Tránsito, Dos Bigotes o Bartleby son algunas de las pequeñas editoriales independientes por las que ha apostado la histórica librería malagueña que acaba de cumplir 40 años en la brecha y la jugada le ha salido más que bien. “Era una decisión un poco arriesgada, pero estamos muy contentos con el resultado. Se están vendiendo sobre todo libros de estas editoriales más pequeñas y poesía. Mucha poesía”, ofrece la librera.

Un lector más exigente

Coincide con el diagnóstico José Manuel Illanes, de la Casa del Libro. “Era una intuición que venía de años anteriores y que hemos confirmado esta noche. El perfil del cliente en esta cita es diferente al de la tienda. Aquí no se vende tanto 'best seller' como libros muy específicos de sellos muy concretos”, apostilla el librero.

A pocos metros de la zona de venta (con su correspondiente descuento del 5%) comparece uno de los grandes reclamos de la cita, el escritor irlandés John Banville, que conversa con el poeta y gestor cultural Enrique Juncosa. El arte, la ciencia y el gusto por el crimen (ficticio) son algunos de los temas sobre los que va girando la conversación. “Los seres humanos no somos racionales, pero lo seguimos intentando”, sostiene el autor de clásicos contemporáneos como 'El mar' o 'El libro de las pruebas', que esta mañana ha visitado el Museo Picasso Málaga y allí ha recordado cómo el artista malagueño mantuvo la creatividad propia de los niños.

Y un niño esperaba hace un rato sin rechistar mientras una mujer joven de pelo rubio rizado, camiseta celeste y mascarilla a juego toma con delicadeza la portada de 'El jardín de vidrio' (Impedimenta) de Tatiana Tibuleac (que dentro de poco tomará el relevo de Banville), lo ojea un poco y se va a por otro ejemplar para repetir la misma operación. No hay prisa. Al otro lado de la mesa, Cuqui Bravo atiende al reguero fino pero firme que va desfilando por el puesto de Mapas y Compañía en La Noche de los Libros. “Esta es la gran fiesta de los libros en Málaga y los libreros tenemos que estar”, sostiene el alma mater de la librería más hermosa de la ciudad mientras la gente sigue llegando a La Térmica en los compases iniciales de la cita.

La grandeza del público

Desde esas primeras horas la acogida de La Noche de los Libros era más que entusiasta. Completa la sala para escuchar el primer encuentro en el escenario principal, en este caso entre el filósofo Fernando Savater y el poeta, narrador y profesor universitario malagueño Alejandro Simón Partal. A modo de presentación, el coordinador de La Noche de los Libros, Txema Martín, daba la bienvenida: “Estamos muy felices de que por fin podamos celebrar esta fiesta, después de tres intentos fallidos en 2020”. Reitera Martín que el público “es el que ha hecho grande esta fiesta”.

Así, no queda un asiento libre para escuchar a Simón Partal y Savater, que arranca las primeras risas de complicidad cuando admite: “Más que profesor o filósofo, me considero un jubilado”. Cioran, Wittgenstein y Arendt van desfilando por la charla mientras el autor de 'Ética para Amador' o 'Invitación a la ética' desgrana: “Un intelectual es alguien que trata a los otros como si fueran intelectuales”.

Simón Partal interroga a Savater sobre el paso del tiempo y el pensador abrocha: “En la vejez el asombro se repite, por eso creo que la filosofía es una cosa de jóvenes que se asombran por primera vez”. Al fin y al cabo, para Savater “la búsqueda es más importante que el hallazgo”. Y quien busque libros, música y motivos para la reflexión, tiene una cita hasta medianoche en La Térmica.

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