Borrar
Los miembros de Vodafone Giants durante uno de sus entrenamientos. VG
Vodafone Giants Málaga | Así se vive en una Gaming House: convivir y jugar a eSports

Vivir en una Gaming House: cuando jugar a videojuegos es trabajo

Vodafone Giants, afincados en Málaga, nos abren las puertas de su casa en Berlín y nos cuentan cómo conviven los siete jóvenes que forman su equipo europeo

Jon Sedano

Málaga

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Sábado, 21 de julio 2018, 00:42

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Siete jóvenes viven juntos jugando una media de 10 horas al día y cobrando por ello más de 2.000 euros al mes. Son jugadores profesionales de eSports y viven en la Gaming House («Casa de juego» en inglés) de Vodafone Giants, equipo afincado en Málaga. Para muchos, una locura, para otros, un sueño. ¿Cómo es vivir así?

Es el deseo de muchos adolescentes. Pero alcanzarlo no es tarea fácil. Solo los mejores lo consiguen y lo que les espera son años de sacrificio. Alberto Royo, manager del equipo europeo del League of Legends (LOL), explica que lo más difícil es «gestionar el día a día, saber cuándo empieza el trabajo y cuándo empieza tu vida». Los Giants nacieron en internet, aunque en 2012 se establecieron en Málaga. Desde enero, su equipo principal se aloja en Berlín, donde compiten cada viernes y sábado.

El despertador suena a las 9.00 horas, aunque los más remolones lo ponen una hora más tarde. Desayunan y se dedican a labores cotidianas. A las 11.00h todos tienen que estar listos para ir al gimnasio, comer y comenzar los entrenamientos grupales de seis horas que, con un descanso de por medio, concluyen a las 20.00 horas. A partir de ese momento, cada uno puede dedicar su tiempo a lo que quiera, aunque por necesidad, siguen conectados. Al ser jugadores de élite, tienen que mantener un nivel de juego individual elevado y deben conocer los personajes y estrategias que utilizarán al día siguiente en equipo. Por ello, suelen jugar a título personal entre tres y cuatro horas al día. «No puedes presentarte a entrenar sin conocer todo bien porque perjudicas al resto de jugadores del equipo», indica Royo.

Integrantes de Vodafone Giants descansando.
Integrantes de Vodafone Giants descansando. VG

Con ellos, gran parte de los estereotipos se pierde. Aplican la máxima «mens sana in corpore sano», porque como dice su manager, para ser el mejor, tu mente ha de rendir al máximo y eso es determinante en sus partidas. Van al gimnasio y cuentan con una cocinera que les prepara comidas y cenas equilibradas todos los días salvo el sábado, único momento en el que si la semana ha ido bien, lo festejan fuera. En la Gaming Room, que es la sala en la que entrenan, tienen prohibido introducir cualquier cosa que no sea agua, ni patatas fritas, ni bebidas energéticas.

Aun así, no todo el mundo es capaz de sacrificar su vida por los videojuegos. Ninguno de los siete jóvenes que viven en la Gaming House tiene pareja. «Me vine a trabajar teniendo pareja en España y ya no la tengo. Sé a lo que vengo, y no tengo tiempo para otra cosa», cuenta Royo. Durante los siete meses que dura la liga europea apenas ven a su familia, salvo por un descanso intermedio que hay, y en verano, cuando algunos visitan Berlín. La distancia que separa a algunos jugadores de su lugar natal, como Corea del Sur, Canadá o Suecia, hace que sean difíciles los desplazamientos. Aunque Giants es español, en su equipo europeo no hay jugadores patrios. De hecho, la liga de 2018 no cuenta con jugadores activos de España.

Una de las habitaciones de la Gaming House.
Una de las habitaciones de la Gaming House. VG

En palabras de su manager, una Gaming House es como estar en un campamento de alta intensidad. Los domingos, si todo ha ido bien, se festeja, pero si no, están obligados a entrenar. Los integrantes de los Giants han formado su propia familia. Como tal, también existen discusiones, pero su objetivo común, ser los mejores en conjunto, hace que se aplaquen.

Poder entrar a un equipo profesional de eSports no es tarea fácil. Muchos quieren llegar a cobrar los 30.000 euros mensuales que ganan algunos jugadores europeos. Para ello, hay que ser muy bueno a nivel individual y luego, en el caso de Giants, pasar por tres filtros: director deportivo, entrenador y el resto de jugadores que integran el equipo. Si se cuenta con el beneplácito de todos y se es competente para jugar en grupo, se podrá entrar.

Ruin, uno de los jugadores de Vodafone Giants.
Ruin, uno de los jugadores de Vodafone Giants. VG

La edad también es un handicap. «No vas a ver a ningún jugador compitiendo en Europa con más de 26 años», indica su manager, que añade que la edad óptima se sitúa entre los 19 y 23 años.

En abril, una de las últimas noticias que daba el equipo era que Vodafone pasaba a ser su patrocinador. «Nos ha permitido tener mayores recursos, nos ha abierto nuevas ventanas y ha favorecido el crecimiento del club en los últimos meses», explica Germán Domínguez, fundador y CGO de la empresa.

Uno de los equipos con los que entrenan.
Uno de los equipos con los que entrenan. VG

Los 13 equipos que componen en la actualidad Giants se dividen entre los principales juegos de moda: League of Legends, Clash Royale, Counter Strike, Call of Duty, etc. Según indica Domínguez, la compañía determina en qué juegos se centra teniendo en cuenta su audiencia y lo que Giants puede aportar.

Pero hay un detalle que tras revisar los integrantes de sus equipos no pasa desapercibido: no hay ninguna mujer. «La proporción de mujeres que juegan a videojuegos actualmente es de una contra nueve hombres, por lo que si ya dentro de ese margen, lo reducimos a mujeres que compiten, el porcentaje es mucho menor. Y ya el mero hecho de que estas tengan más nivel es una cuestión de probabilidad», justifica el CGO ante la pregunta. Añade que Giants «no hace distinción de sexo, se fija en el talento y mentalidad, dando igual si es hombre o mujer».

Mientras la balanza se equilibra, los eSports siguen ganando adeptos. La final del League of Legends durante la Mid-Season Invitational 2018 llegó a alcanzar 127 millones de espectadores, superando así a los 103,4 millones de la Super Bowl. Unas cifras que dejan entrever hacia dónde se dirige el futuro deportivo.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios