La Fundación Unicaja despliega la complicidad íntima y creativa de los hermanos Machado

El proyecto programado en el Episcopal -ahora bautizado como Centro Cultural Fundación Unicaja de Málaga y gestionado por esta entidad- supera con mucho, en fondo y forma, a las exposiciones anteriores presentadas por la Fundación Unicaja en Sevilla y Madrid a partir de su colección en torno a los dos escritores. En lo cualitativo, la muestra ofrece por primera vez una sección dedicada a los vínculos entre Antonio y Manuel Machado y los autores de la Generación del 27, así como piezas audiovisuales sobre la vida y la obra de los escritores. En lo cuantitativo, la exposición programada hasta el próximo 30 de junio ofrece dos centenares de piezas, «casi el doble» de lo planteado en sus sedes anteriores, como ha destacado en la presentación el presidente de la Fundación Unicaja, Braulio Medel.

«Es la exposición más amplia y ambiciosa que hemos hecho sobre los hermanos Machado», reivindicaba Medel sobre la propuesta desplegada en las dos plantas del Palacio Episcopal, que este jueves abre sus puertas al público y que toma el pulso a la complicidad íntima y creativa de Antonio y Manuel Machado, entrelazando la vida y la obra de ambos a partir de multitud de documentos, escritos y artículos personales, como el bastón que acompañó a Antonio hasta sus últimos días. Justo esa pieza sigue causando una especial emoción a Mercedes de Lecea Machado, sobrina nieta de los escritores, que este miércoles ha destacado la «vitalidad desbordante» de una exposición que «se ha ampliado de una manera extraordinaria» respecto a sus entregas anteriores.

Así, De Lecea ha glosado entre las piezas más destacadas del montaje la carta de Manuel a Antonio, donde le recuerda sus deseos de encontrarse para después añadir: 'Tenemos mucho de que hablar: de letras, de política y de mil cosas que nos importan'. Por eso, en palabras de la heredera de los Machado, esta exposición permite «reconstruir con más detalle esos días azules en los que recuerda ese sol de su infancia», ofrecía la sobrina nieta en alusión a los versos postreros de Antonio Machado.

También desde la memoria familiar, Carlos de Lecea Machado ha puesto el acento en la «vocación de divulgación» compartida por la familia y la Fundación Unicaja a la hora de dar a conocer el legado machadiano que forma parte de los fondos de la institución cultural. Además, el sobrino nieto de los escritores ha recordado cómo toda la familia se reunía en Madrid el 15 de julio de 1936, apenas tres días antes del golpe militar que rompería esa familia como tantas otras, hasta el punto de de Antonio y Manuel nunca volvieron a verse en vida, como ha recordado su descendiente.

Donde sí se encontraron, hasta fundir su talento en obras escritas a cuatro manos, fue en sus piezas teatrales, reivindicadas en la exposición de la Fundación Unicaja como una faceta esencial para apreciar el calado de la relación personal y creativa que unió a ambos autores. Un vínculo sometido a la diáspora física e intelectual durante décadas, hasta que el legado machadiano reunía de nuevo los fondos que atestiguan la trayectoria de ambos autores. Por eso, Antonio Rodríguez, uno de los comisarios de la exposición, destacaba este miércoles cómo la exposición de la Fundación Unicaja hace posible «la recuperación de un espíritu del familia» Machado a través de los documentos reunidos en el legado que atesora la institución cultural.

Esos fondos superan ya las 4.500 piezas y en su escala malagueña brindan suculentas novedades como el espacio dedicado a la relación de los Machado con los autores de la Generación del 27. Una vinculación que fue «diversa, pero siempre emotiva e intensa», en palabras de Javier La Beira, también comisario de la muestra junto a Rafael Alarcón y Rafael Muñoz. De este modo, La Beira apostillaba este miércoles cómo el montaje viaja en este punto del paseo desde los maestros de los hermanos (Francisco Giner de los Ríos y Rubén Darío), hasta sus colegas más cercanos (Juan Ramón Jiménez y José Moreno Villa) hasta desembocar en su papel como referentes para los autores del 27.

Todo lo anterior se despliega en el piso superior del Palacio Episcopal, que deja para su planta baja la parte más plástica de la propuesta. Así, la recreación de una de las aulas donde Antonio Machado dio clases de francés en Baeza y Soria está acompañada por la última sala y el 'Homenaje plástico' a ambos escritores. El imponente busto de bronce de Antonio Machado a cargo de Pablo Serrano preside un espacio donde brillan las creaciones de Joaquín Peinado, el 'Homenaje a Antonio Machado' (1975) de Eugenio Chicano y los carteles realizados por Pablo Ruiz Picasso con motivo de los homenajes realizados a Antonio Machado en 1955 y 1959.

Piezas destacadas en un discurso que viaja desde el primer texto conservado de Antonio Machado, una carta dirigida a su padre en el verano de 1892, hasta otra misiva, esta para José Bergamín, fechada después del 15 de febrero de 1939, apenas unos días antes de la muerte de un autor que, junto a su hermano Manuel, ofrece nuevas y sugerentes luces a través de los documentos, manuscritos, fotografías, documentales y obras plásticas reunidos aquí y ahora.