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Francis Fukuyama durante su conferencia en la Fundación Rafael del Pino R. C.
Fukuyama: el liberalismo «no está obsoleto» y «es necesario»

Fukuyama: el liberalismo «no está obsoleto» y «es necesario»

«La recesión democrática global amenaza a los sistemas políticos liberales», denuncia el politólogo y pensador en su nuevo ensayo

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Lunes, 5 de septiembre 2022, 20:09

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«La recesión democrática global amenaza a los sistemas políticos liberales en todo el mundo». Pero el liberalismo «no está obsoleto» es «necesario» y aunque exige sacrificio, será de nuevo el pilar de las democracias. Es la tesis que Francis Fukuyama (Chicago, 69 años) sostiene en su nuevo ensayo, 'El liberalismo y sus desencantados' (Deusto). 'Cómo defender y salvaguardar nuestras democracias liberales' lo subtitula este apóstol del «liberalismo clásico», reconocido politólogo y pensador, uno de los teóricos más reputados y célebres el mundo. Lo presentó este lunes al lector español con una conferencia en la Fundación Rafael del Pino.

Constata Fukuyma cómo los derechos y libertades «se resienten» en los últimos años, y cómo la llegada al poder de líderes como Trump, Bolsonaro, Orbán o Kaczyński «acarrea la vulneración de la separación de poderes, la independencia judicial y de los intentos de controlar los medios de comunicación».

Arguye que la expansión de estas «democracias iliberales» es fruto de la incapacidad de los regímenes liberales para afrontar la desigualdad que trajo el capitalismo globalizado. Analiza las objeciones al liberalismo, «seriamente amenazado en todo el mundo» desde postulados conservadores y progresistas, para concluir que su problema «no está en realidad en debilidades fundamentales de su doctrina». Lo que genera el creciente descontento es «la forma errónea en la que los sistemas liberales han evolucionado desde los años setenta».

Pero por grande que sea el descontento, sostiene que la opción liberal «sigue siendo superior a las alternativas iliberales». El politólogo asegura así que el liberalismo, al contrario de lo que sostiene Vladímir Putin, «no está obsoleto, sino que continúa siendo necesario, hoy más que nunca, en un mundo diverso e interconectado». Pero sabe que defender la democracia liberal es «costoso» y exige «sacrificio y solidaridad».

Su controvertido ensayo 'El fin de la Historia' y el último hombre' (1992), un clásico contemporáneo, hizo famoso a Fukuyama. Sostenía que la caída del comunismo marcó el fin de una batalla ideológica y la universalización de las democracias liberales occidentales» que ahora se cuestionan. Pero la historia siguió y escribió nuevos y oscuros capítulos. Tras el 11S y el crac posterior la quiebra de Lehman Brothers en 2008, llegó el auge del populismo y el endurecimiento de los regímenes chino y ruso.

Ahora advierte Fukuyama de los peligros de ese declive liberal, doctrina acosada por los populismos y «que ha pagado caros sus errores». Pero cree que el liberalismo es «la única fórmula efectiva para gestionar la diversidad» cuando se han acabado las sociedades homogéneas de cultura o religión únicas.

Confusión

Lamenta que se confunda liberalismo con capitalismo y no cree que pueda existir una sociedad moderna y próspera sin una economía de mercado, derecho de propiedad y libertad de negocio amparada en la seguridad jurídica. También que el liberalismo se confunda con las ideas de Milton Friedman que llevaron a la política económica mandatarios como Reagan o Thather, que desregularon, privatizaron y aumentaron la desigualdad.

Sostiene que aquel ultraliberalismo sin escrúpulos el es germen del populismo actual, que se alimenta del descontento de quienes se sienten maltratados ante la desigualad y la concentración de riqueza en manos de unos pocos. También ve una amenaza en «los gigantes tecnológicos que crecen sobre el sacrificio de ciudadanos y gobiernos». No niega haber virado hacia la izquierda en los últimos años. Es una «manera honesta», dice, de reaccionar ante acontecimientos como la I Guerra de Irak o las crisis financieras global, fruto ambas de «planteamientos desastrosamente equivocados».

«Optimista a largo plazo», reconoce que en los últimos 15 años han sido «catastróficos» para las democracias y han alentado el ascenso del autoritarismo. Estima que Rusia ha cometido un «error geoestratégico histórico» con la guerra de Ucrania. Ve «crucial» enviar armas a Ucrania para evitar «el fatal congelamiento» del conflicto. Cree que Putin, cuyo tono es «más fascista que otra cosa», trata de revertir la contaminación democrática del Este de Europa tras el desmoronamiento de la URSS y la caída del muro de Berlín. Sumado a una China cada vez más autocrática y con su economía estancada «la situación actual podría ser el inicio del resurgir de liberalismo».

Fukuyama es ahora profesor en el Instituto Freeman Spogli de Estudios Internacionales de la Universidad de Stanford y dirige su Centro para la Democracia, el Desarrollo y el Estado de Derecho. Fue profesor de la Universidad John Hopkins y de la Escuela de Políticas Públicas de la Universidad George Mason. Ha sido investigador en la Corporación RAND y subdirector de Planificación de Políticas del Departamento de Estado de Estados Unidos.

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