Los frikis están de enhorabuena

«Es su tercera edición, no hay duda de que ya se ha consolidado», nos explicaba el guionista malagueño El Torres esta mañana. Aun así, todavía hay camino por recorrer. Un evento de esta índole necesita ir mejorando cada año y ofertando nuevos contenidos para seguir captando la atención del público. Esta edición por ejemplo, la convención se celebra en el pabellón más grande de la feria, un primer, y gran paso, que demuestra cuál es su objetivo.

Si el otro día explicábamos las principales actividades que se iban a dar en Freakcon, este sábado, con el programa en la mano, solo podemos decir que es imposible abarcarlas todas. Hay tanto, y para tantos gustos, que es inviable aburrirse. Aquellos que solo quieran pasearse por las tiendas, tienen en la parte central una amplia zona con una treintena de puestos repletos de merchandising y artículos de todo tipo. En cabeza, como cada año, está Comic Stores con el stand más grande. «La verdad es que estamos muy contentos. Este año veo que hay mucha gente y que la organización está apostando fuerte por el evento», comenta Miguel Ángel Díaz, responsable de la tienda.

Aquellos en cambio, que en lugar de comercios prefieran asistir a charlas o a alguna de las 15 clases maestras que se imparten durante el fin de semana, tienen desde las 12.00 horas del sábado una cita en el escenario dedicado a ellas, con aproximadamente una cada hora. Otros, tal vez prefieran jugar a juegos de mesa o a videojuegos. Para estos se han habilitado numerosas zonas, llamando la atención la Arcade, que este año cuenta con algunas recreativas espectaculares, tanto en tamaño como en propuesta.

Desde la EVAD invitan a probar la realidad virtual, uno de los mayores saltos que se han dado en la industria de los videojuegos, mientras que los aficionados a las series y películas, tienen recreados al fondo del pabellón varios escenarios para sacarse fotografías. Una joven Daenerys, desde su trono de hierro, acompaña a quienes se quieran acercar a ella.

Se escuchan gritos, pero no hay que preocuparse. Son jóvenes que se están enfrentando en un combate de soft-combat, una suerte de lucha con armas acolchadas. Lejos de allí, en la Japan Town, también hay enfrentamientos, solo que en este caso de esgrima. Y junto a ellos, profesores de karate enseñan a aquellos interesados algunas de sus técnicas.

Una mujer, vestida de Venom, se cruza con nosotros. Le sacamos una foto. Sonríe y nos dice: «Ahí donde me ves, tengo 52 años». La edad no es un impedimento para disfrutar en Freakcon.