FANTASMAS SUPERVIVIENTES DEL PASADO

Como fantasmas del pasado, Mario Gas ha vuelto a hacer vivir sobre el escenario del Teatro Cervantes y dentro de la programación del 36 Festival de Teatro de Málaga a los míticos personajes que Federico Fellini creara para el cine en 1954. Esta vez, en versión de Gerad Vázquez y bajo la dirección de Mario Gas. La puesta en escena ofrece a base de mutantes 'periatti' (prismas rodantes que figuran como postes de tendido eléctrico) y que con sus desplazamientos crean el desolado espacio itinerante en el que desarrollan sus actividades de saltimbanquis y sobreviven en el mundo inhóspito que les ha tocado vivir. Sobra, a mi juicio, el toque de modernidad que le confieren las proyecciones de escenas ambientales, porque anulan el propósito de crear la desolación que necesita este drama vivencial de los tres personajes y, además, roban la atención del espectador sobre lo verdaderamente importante: las vivencias de los tres personajes. Tampoco ayuda el ritmo demasiado lento de las acciones, ni los desvanecidos finales de cada cuadro. Por el contrario, las interpretaciones gozan de un muy buen nivel, sin imitar a las estrellas del celuloide, aunque no se suplen dramatúrgicamente, en el personaje de Gelsomina, el impacto de la mirada de Masina en aquellos primeros planos inolvidables.