Fallece a los 78 años Carlos de Mesa, activista cultural comprometido con Málaga

“Era una persona que todavía tenía muchas ganas de hacer cosas, en la cultura y con la familia. Esas eran las dos motivaciones que le hacían levantarse cada día”, recuerda emocionado su hijo Carlos. De hecho, Carlos de Mesa se marcha a los 78 años dejando atrás una intensa labor y un último trabajo inacabado: el homenaje que desde hace semanas le preparaba a su amigo Octav Calleya con quien protagonizó una parte de la historia cultural de Málaga. Calleya fue el primer director de la Orquesta Filarmónica de Málaga cuando Carlos de Mesa levantaba un renovado Teatro Cervantes como su primer director artístico. Él formó parte del germen que impulsó la creación de la OFM, trabajando enérgicamente en su organización, y a ella estuvo vinculado el resto de su vida como espectador y también como promotor: Carlos de Mesa encabezó la Agrupación Ciudadana Homenaje a la OFM que en 2016 celebraba el 25 aniversario de la formación musical. Una propuesta inédita hasta la fecha que logró unir a empresarios, artistas, gestores culturales y vecinos en una original felicitación a la orquesta.

Carlos de Mesa dirigió el coliseo desde su reapertura como teatro municipal, en 1987, hasta 1995 con el empeño personal de dar su sitio a la producción local y a las compañías malagueñas. También aquí sentó las bases de una temporada de ópera de primer nivel. Antes, desde 1984, había ejercido como director del Área de Cultura del Ayuntamiento de Málaga junto al entonces concejal Francisco Flores con Pedro Aparicio como alcalde. "Y era una persona tremendamente eficaz y organizado", rememora con cariño Flores. A él, añade, se deben muchas actividades hoy asentadas en la ciudad, desde las programaciones culturales de Navidad a la agenda de la Feria o la creación del certamen Malagueña de Fiestas.

Fuera de la administración pública, Carlos de Mesa siguió agitando la vida cultural de Málaga como vocal de Participación Ciudadana del Ateneo y, más adelante, como fundador de la Asociación Miguel Romero Esteo, de la que ha sido presidente hasta abril. Desde ella ha peleado por mantener viva la memoria del dramaturgo, fomentar su estudio y promover la divulgación de una figura que entendía inabarcable e incomprendida. Siempre a la vanguardia de las artes, como el propio Romero Esteo, uniendo disciplinas e inventando la forma de ir más allá de la simple charla o conferencia. "Mantuvo sus inquietudes culturales hasta el final con mucha ilusión siempre por todo lo que emprendía", declara el director Rafael Torán, que ha recogido su testigo al frente de la asociación cultural.

Su último caballo de batalla fue el Auditorio de la Música. En 2018 reactivó el debate sobre la necesidad de una infraestructura musical a la altura de la ciudad con una recogida de firmas en Internet que logró una gran repercusión y motivó el pronunciamiento de las instituciones. Organizó charlas, conciertos reivindicativos y movilizó a numerosas voces relevantes de la cultura en favor de la petición ‘Por el Auditorio de la Música de Málaga’. A muchas de ellas las reunía en un grupo de whatsapp que llamó ‘Pasión por la música’ donde, al igual que en una página web del mismo nombre, se hacía eco de los logros, los trabajos y todas las actividades musicales de la ciudad. Hacía días que Carlos de Mesa no se manifestaba en él. Este mediodía el silencio daba paso a las condolencias de todos lo que le querían y le admiraban.