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Jueves, 25 de abril 2019, 08:03
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«Empezamos cinco personas y ahora somos 18, entre camareros, cocineros, 'office' y administración. Estábamos en nuestro mejor momento. Los cuatro primeros años fueron muy bonitos, pero de un 'curro' brutal: catorce, quince, dieciséis horas diarias. Y desde hace un par de años la situación ya iba más rodada, contratamos más personal. Ahora es cuando estaba empezando a disfrutar el restaurante». El cocinero Sergio del Río puso en pie hace casi siete años, junto al especialista en comida japonesa Rui Junior, el Restaurante Óleo, referencia indispensable en la nueva cocina hecha desde Málaga.
Óleo abría sus puertas en noviembre de 2012 en el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga (CAC Málaga) y allí echará el cierre ese sábado después de su jornada laboral. Lo mismo que la Librería Agapea, que calca su presencia temporal en el centro. Son dos de los principales 'daños colaterales' que se va a cobrar el retraso en la tramitación y posterior resolución del nuevo concurso para la gestión del CAC Málaga. El contrato actual vence el 30 de abril y justo al día siguiente, el 1 de mayo, Óleo y Agapea deberán entregar sus respectivos locales al Ayuntamiento de Málaga, titular del centro que, tras la decisión adelantada por SUR, ha decidido hacerse con la gestión del CAC hasta la entrada del próximo adjudicatario.
«No se ha podido encontrar ninguna solución. El Ayuntamiento desvincula el restaurante del resto del centro con la idea de sacarlo a concurso. No entendemos muy bien esta medida, ya que hay unos baños y unos almacenes comunes, por poner dos ejemplos que evidencian que el local por sí solo no es autónomo y que necesita, al menos, estos servicios del centro», argumenta Del Río. En este sentido, conviene recordar cómo han llegado hasta aquí ambas empresas. De un lado, el nuevo concurso para la gestión del CAC deslinda la explotación del restaurante en una licitación propia que, hasta la fecha, ni siquiera se ha publicado. En cuanto a la librería, este servicio sigue vinculado al contrato de gestión del CAC y al no estar decidida la nueva adjudicación, debe abandonar el centro junto con la concesionaria actual.
El cierre de Óleo se traduce en el despido de 17 trabajadores, como lamenta Del Río. «Hemos planteado la posibilidad de mantener la actividad mientras se redacta el nuevo concurso. Entendemos que se trata de un bien común y que tiene que salir a concurso. Perfecto. Pero no ha sido posible seguir trabajando. La explicación que nos dan es que la Ley de Concesiones dice que el local debe estar vacío y en pleno uso del Ayuntamiento, con las llaves entregadas y sin actividad, antes del fin del contrato», ofrece el cocinero.
«Estamos buscando un local cerca del CAC, nos gusta la zona del Soho y queremos montar Óleo otra vez. Eso sí, en un local independiente», avanza el chef. «En este tiempo nos hemos llevado varios premios gastronómicos importantes, pero, aunque pueda quedar un poco cursi, el mejor premio es la respuesta de la gente. Tenemos una clientela increíble con un índice de fidelización brutal. Nunca hemos sido restaurante de estrella Michelin, nuestra estrella ha sido ver a tanta gente repetir y salir siempre contenta», sigue del Río.
El próximo sábado también será la última jornada de la Librería Agapea en el CAC Málaga. Desde la compañía explican que, en su caso, el cierre del establecimiento no conllevará despidos, ya que los tres empleados que trabajaban en el CAC serán reubicados. «Tenemos que irnos del CAC y ahora quedamos a la espera de la resolución del nuevo contrato», ofrecen desde Agapea.
Junto al restaurante y la librería, la incertidumbre también se cierne sobre el personal que hasta ahora ha trabajado en el CAC Málaga. El centro opera hasta el próximo martes día 30 en virtud de la prórroga aplicada en el contrato de gestión suscrito en 2008. Ese acuerdo expira con el mes de abril y su finalización sin que se haya resuelto el nuevo concurso deja en el aire el horizonte laboral de buena parte de los trabajadores de Gestión Cultural y Comunicación, concesionaria del centro desde su nacimiento en 2003 y empresa con mayor puntuación en el proceso de licitación abierto en la actualidad. Esta situación se mantendría, al menos, hasta la concreción del nuevo contrato de gestión, que obliga al adjudicatario a mantener la plantilla del centro.
Tal y como adelantó SUR, la toma de control del CAC por parte del Ayuntamiento se traducirá en el cierre del centro durante varios días, mientras se desmontan las exposiciones actuales y se organizan las exhibiciones que en estos momentos diseñan desde el Área de Cultura del Ayuntamiento.
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