David Segura: «Yo no vendo humo. Estoy harto de ir a ver obras en las que no me entero ni yo, que soy bailarín»
El bailarín y coreógrafo malagueño invita este viernes en el Echegaray «un remanso de paz» con 'Manipulación', una moderna fusión de ballet y 'break dance'
Nunca se había permitido el «lujo de perder el tiempo», pero llegó la pandemia y poco importó que las tareas se quedaran a medio hacer. ... El encierro le dio a David Segura las horas que le faltaban para relajarse, leer y no hacer nada para centrarse en el todo: crear. De ahí surgió 'Manipulación', «una invitación al público a un remanso de paz para que puedan detenerse y buscarse a ellos mismos» en la obra. Porque es danza, sí, pero con una buena dosis de terapia. La sesión, este viernes 29 de octubre en el Echegaray (20.00 horas. 15 euros).
El bailarín y coreógrafo malagueño profundiza en la psicología del arte en su proyecto «más maduro» hasta la fecha. Una pieza de una hora de duración que llega después de que Segura y Pepa Martín, el otro pilar de la compañía, hayan estudiado e investigado a fondo las cualidades terapéuticas del baile, la música y cualquier otra manifestación artística. En estos momentos, de hecho, cursan un máster en teatroterapia en el Instituto Superior de Estudios Psicológicos en Madrid.
Es el camino que ahora les motiva y en el que están inmersos. En noviembre ambos abrirán una consulta de psicología dedicada al arteterapia, casualmente a pocos metros de donde este viernes estrenan 'Manipulación' (calle Echegaray, 4). Se convertirá en un centro terapéutico con Pepa Martín, psicóloga de formación, al frente, pero también será la sede de la Compañía David Segura. «Hay una sala que es un lienzo en blanco. Y eso ya es una terapia: un lugar en el que el único color eres tú», explica ilusionado el bailarín.
Y en estas llega 'Manipulación', un tema que afloró precisamente en una conversación sobre el psicoanálisis y su mayor índice de éxito «cuando se llega al ser sin medicarlo». Segura empezó a reflexionar sobre ese asunto, sobre cómo hacemos «lo que quieren los de ahí arriba que hagamos» y sobre cómo todos, en algún momento de nuestras vidas, hemos sido tanto manipuladores como manipulados.
La obra la ponen en escena cuatro cuerpos (Segura, Martín, Lidia Jiménez y Sandra Abril) con una danza de contacto que fusiona ballet y 'break dance'. Es su concepto de la danza moderna, la unión de la base de todo con lo último del movimiento. «Yo no vendo humo. Estoy harto de ir a ver obras en las que no me entero ni yo, que soy bailarín», mantiene. Lamenta que lo que hoy se denomina danza contemporánea se ha quedado en lo que hacían iconos como Martha Graham o Isadora Duncan, «pero eso es ya danza histórica, no actual».
En 'Manipulación', las frases de Facundo Cabral sirven de nexo de unión de la pieza, donde se bailan canciones españolas tan reconocibles como 'Bésame mucho'. «¿Hay algo más manipulado que ese tema que lo cantan hasta los Beatles?», se pregunta Segura, que aporta además una clave: la elección del idioma no es casual. «No es sólo el ritmo. También vamos a bailar la palabra porque todo el mundo la entiende», concluye.
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