Cristina Rojas: la actriz malagueña que escribe en el Centro Dramático Nacional
La cofundadora de la compañía Tenemos Gato se afianza como dramaturga al ser seleccionada entre 400 aspirantes para desarrollar su nuevo texto en una residencia en el CDN
«Estoy emocionada. Soy actriz y ellos lo saben», empieza diciendo Cristina Rojas al otro lado del teléfono, desde Madrid. Cuenta que siempre soñó con ... llegar al Centro Dramático Nacional (CDN), donde ahora está, pero nunca imaginó que sería de esta forma. La malagueña se ha ganado una residencia de un año en esta institución no por sus cualidades interpretativas, sino por su escritura. Rojas ha sido seleccionada entre 400 aspirantes para, junto a otros tres compañeros, desarrollar su nuevo texto, con el aval del consejo asesor del CDN liderado por Alfredo Sanzol.
«Parece que la actriz que escribe ahora es actriz y dramaturga», reflexiona la malagueña, cofundadora de la compañía Tenemos Gato con Homero Rodríguez. Asegura que se sigue viendo actriz, que nunca dejará de vivir otras vidas en la escena, pero lo cierto es que Rojas ha puesto ya su firma a dos obras. Y con éxito. La primera de ellas, 'Felicidad' (escrita junto a Homero Rodríguez), fue finalista a los Max a mejor autoría revelación y ha sido publicada por Editorial Acto Primero. Y la segunda, 'La perra (o la necesidad de ser amado)', ha tenido muy buena recepción entre la crítica y el público.
«Yo he llegado a la escritura actuando, escribo desde la actriz, no tengo formación de dramaturga. Y no lo oculto porque es así», argumenta. Ese punto de partida se refleja en sus creaciones, donde el actor tiene un rol que va más allá de la mera repetición de lo que pone el papel. «Les dejo que improvisen sobre ese texto, no me respeto a mí misma. El trabajo del intérprete en mis textos, lo que ellos dan, es muy importante. Ahora bien, si estuviera con una obra de Antón Chéjov no le cambiaría ni una coma«, explica.
La residencia dramática, que el CDN ha puesto en marcha esta temporada por primera vez para apoyar las nuevas dramaturgias, le proporciona unas condiciones de trabajo poco habitual en su profesión. Cristina Rojas escribe ahora desde la calma y la tranquilidad que dan tener una retribución por lo que hace. Sus montajes anteriores han funcionado bien, «pero eso nunca lo sabes de antemano». «Inviertes tu tiempo, tu esfuerzo y tu entusiasmo en algo maravilloso pero efímero, donde influye el azar», añade.
'Algunos días' es el título de lo que ahora prepara en el CDN. La malagueña comparte residencia con Jorge Aznar Canet, Esther F. Carrodeaguas y Joan Yago. Cada uno desarrolla su propio texto y cada dos semanas se reúnen para poner en común su trabajo. «Es muy interesante. Somos cuatro dramaturgos contándonos nuestras historias, usando la cabeza de los otros para resolver esas dudas que aparecen cuando uno escribe. Tienes cuatro cabezas pensantes que te abren puertas que no te atrevías abrir«, apunta la actriz y dramaturga.
Después, cada mes y medio se citan con el director del CDN, Alfredo Sanzol, y el consejo asesor para exponer los avances de la obra. «Y tenerles es un lujo. Siento mucha responsabilidad quiero hacerlo bien», apostilla.
La residencia dura lo que una temporada, de octubre a junio, y finalizará con una lectura del texto en el Centro Dramático Nacional y su publicación. Después, no hay ningún compromiso por parte de la institución de representarlo; pero el membrete del CDN en una obra de teatro abre puertas. «Pienso que sí, pero no soy programadora. Lo voy a hacer lo mejor que pueda para que se represente, porque el teatro se escribe para eso», puntualiza. Al ser el primer año que Alfredo Sanzol pone en marcha esta iniciativa –él tomó las riendas del centro en enero de 2020–, no hay antecedentes sobre el recorrido que tienen estas propuestas una vez que salen al mercado.
Cuando llegue el momento de llevarlo al escenario, Cristina Rojas quiere estar ahí, como sucedió en sus anteriores textos. «Sí lo interpretaré. Escribo muy desde mí, desde lo que me sucede. Hay muchos dramaturgos que escriben desde una absoluta afición, pero no es mi caso. Todos mis textos parten de mí y luego me alejo«, explica. Queda por ver si también lo dirigirá. »Me gustaría, pero no lo sé. Me voy a dejar llevar«, concluye.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión