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Cristina Araújo, ganadora del XVIII Premio Tusquet con su primera novela . Tusquets
Cristina Araújo gana el Premio Tusquets con su primera novela

Cristina Araújo gana el Premio Tusquets con su primera novela

'Mira a esa chica' indaga en las dramáticas consecuencias de la violación en grupo de una adolescente

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Miércoles, 21 de septiembre 2022, 12:47

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Cristina Araújo Gámir (Madrid, 42 años) es la ganadora de premio Tusquets de novela, dotado con 18.000 euros y que falló este miércoles su XVIII edición. Se impuso por unanimidad con 'Mira a esa chica', una novela «deslumbrante, adictiva y necesaria» según el jurado que la premió y que explora las dramáticas consecuencias de una agresión sexual en manada a una chica al final de su adolescencia. Es la primera novela de Araújo y se publicará en la Colección Andanzas el 19 de octubre. Juan Cerezo, editor de Tusquets, se felicitaba por «el descubrimiento de una nueva voz, una gran voz que dará mucho que hablar».

«Quería exponer a los personajes a una situación extrema y analizar el modo en que la protagonista se va enfrentando, una por una, a las inesperadas consecuencias de una agresión sexual. Pero también las reacciones de la gente de su entorno, que otorgan al trauma distintos niveles de gravedad», explica la ganadora. Narra desde diferentes puntos de vista, «para reflejar la complejidad de los dilemas y los puntos débiles que afectan a todos los seres humanos».

«Lo que más me interesa de las novelas es la introspección y la psicología de los personajes, sentirse reflejado en emociones y sentimientos recónditos que en ocasiones ocultamos por considerarlos sórdidos o inapropiados, pero que son, en realidad, universales», agrega Araújo.

Afrontar lo peor

'Mira a esa chica' «es la historia de Miriam, de su grupo de amigos, y de cómo, a veces, durante la adolescencia podemos encontrarnos con situaciones para las que nadie nos prepara. Porque... ¿se puede preparar a alguien para lo peor?» anticipan su editores,

La escena inicial presenta a una chica sentada en un banco. «El día despunta y los estragos de la fiesta de la víspera aún se palpan en el ambiente. Los que van a trabajar se mezclan con los que vuelven a casa arrastrando la borrachera bajo los portales. De camino hacia la parada del autobús, Tallie se detiene de golpe en el bulevar. Le ha parecido reconocer a su amiga Miriam sentada en el banco con el pelo revuelto y la cara desfigurada por ríos de rímel», avanzan desde Tusquets.

«Solo unos días antes, el grupo de jóvenes apuraban las vacaciones en la piscina, felices y despreocupados. Y, aunque le cueste reconocerlo, Miriam sigue colgada de Jordan, pero la frustración de haber sido siempre la chica invisible, y más ahora que a él le gusta Paola, lo va a complicar todo».

Cristina Araújo Gámir es licenciada en Filología Inglesa por la Universidad Complutense de Madrid. Trabajó en un estudio de doblaje revisando traducciones de documentales para los canales de Historia, National Geographic, Discovery Channel, BBC y Telemadrid. Escribe desde muy pequeña, y ganó varios premios de relato publicados en revistas literarias como Archiletras. En 2011 se fue a vivir a Fráncfort donde retomó el hábito de la escritura.

A esta convocatoria se presentaron 736 manuscritos. Antonio Orejudo presidió el jurado que premió a Araújo, integrado por Sara Mesa, Eva Cosculluela, Marta Barrio, ganadora de la edicón anterior, y Juan Cerezo, editor de Tusquets, sello que convoca el premio con patrocinio del Fondo Antonio López Lamadrid, constituido en la Fundación José Manuel Lara.

Para Sara Mesa estamos ante «una novela de una gran hondura psicológica, precisa, excelentemente construida que disecciona con fina inteligencia los entresijos del pensamiento patriarcal, al que se atreve a mirar de frente en toda su complejidad». Según Marta Barrio es «una novela afilada que levanta la costra y mira la herida», mientras que Eva Cosculluea estima que «es imposible terminar la novela, que estremece y golpea en lo más profundo, sin sentir indignación y rabia» «Antes de juzgar, mira a esa chica; ponte en su lugar y luego en el lugar de quienes miran», plantea Antonio Orejudo.

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