In Málaga we call it Rigoberta Bandini

Sus fans valoran de ella su originalidad, su empatía a la hora de contar las cosas y su transparencia. Así, Cristóbal Macías disfrutaba con sus amigos en la pista deseando que empezase Bandini a cantar sus letras. «Nos ha salvado el confinamiento a muchos de los presentes; su música nos hizo más ameno el pasar días y días encerrados», afirmaba el joven jiennense.

Tampoco José Cuevas podía dejar escapar la oportunidad de devolverle el favor a su mejor amiga, ya que por ella descubrió a la artista. Es por eso que cuando Bandini comenzó con 'Too many drugs', Cuevas no dudó en coger su teléfono y enfocarla para viajar desde Málaga hasta Groningen mediante videollamada. Así que en Holanda también disfrutaron de ella y de su espíritu en el escenario.

La cantante avisaba a los espectadores que no tenía mucho repertorio -todas sus canciones se las ha autoeditado y no se encuentra en ninguna discográfica-, por lo que cuando, sin ton ni son, nombraba a Marisol, el Auditorio de Málaga se ponía en pie y cantaba al compás la versión de 'Corazón Contento'.

Rigoberta Bandini cantó otros de sus temas más animados, 'Fiesta', con el que levantó a su público con la energía inagotable que tanto la caracteriza. La cantante catalana también le puso voz a 'Cuando tú nazcas' y a 'Perra', otra de sus canciones más escuchadas hasta el momento.

Y es que Bandini recocía a los presentes que aún le costaba asimilar que la gente se supiera sus canciones y las cantase, ya que como dice en la letra de 'Perra': «Componía cancioncillas sin parar» en las cuatro paredes de su habitación.

Con 'In Spain we call it Soledad' cerró su concierto a modo de himno mientras su público no podía mantenerse en sus asientos. A modo de baile, disfrute, saltos y alegría, la artista se despedía del auditorio malagueño prometiendo que volvería a este escenario de la Costa del Sol.