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Combates medievales y batallas de gallos en la Freakcon
La tarde del sábado ha estado dominada por torneos de todo tipo en el Palacio de Ferias
Su trenza de color rubio cenizo hace imposible no asemejarle a un personaje de la serie 'Vikingos'. «¿Puedo coger otra arma?», pregunta frente ... a su contrincante, un joven de menor edad y con pocas posibilidades de ganar. El árbitro le responde que no, que los dos deben llevar una espada bastarda. Se la otorga a cada uno y da pie al inicio del combate. El «vikingo», ataviado con una camiseta roja y un pantalón oscuro de bombacho, lanza fuertes estocadas. Su joven adversario, las va esquivando, casi saltando. Parece el baile de la muerte, solo que en realidad, el que pierda seguirá con vida.
Se trata de soft-combat, un deporte que en Málaga tiene una gran cantidad de adeptos, o por lo menos eso parece a tenor de la gran multitud de personas que hay congregadas junto al escenario de lucha. A cargo de él está la Asociación Fénix, que ataviados con armaduras, observan el torneo que dirigen desde las tiendas medievales que se han levantado en en el centro del Fycma. Van diciendo números, se van presentando contrincantes y al final, el que antes dé un golpe «mortal» a su rival, se clasifica para alzarse vencedor.
Los torneos han sido la máxima de la tarde en Freakcon. Mientras en la plaza central se disputaban los medievales, en el interior, decenas de chavales escuchaban atónitos la batalla de gallos entre raperos. Un enfrentamiento en el que gana quien logre hacerse con el favor del público, y para ello, tendrá que humillar o desprestigiar verbalmente a su adversario. La rapidez a la hora de pensar argumentos y el contraste de ver a niños, que no llegaban a la adolescencia, micrófono en mano, enfrentándose a otros, hizo que durante toda la tarde el vehículo de Redbull desde el que se mezclaban las bases estuviera repleto de oyentes.
Mientras tanto, aquellos que se querían alejar del bullicio pudieron disfrutar de numerosas conferencias. La cola para poder ver a los actores de doblaje Joël Mulach, voz de Scarlett Johansson, y José Posada, voz de Deadpool, era kilométrica. Una muestra de que al público le encantan este tipo de mesas redondas. Aunque el cine, ha sido uno de los puntos más presentes durante la jornada, como muestra también la masterclass que impartió el gaditano Javier Coronilla.
«Acabar para alguien que ha nacido en Cádiz trabajando en la película de Mary Poppins es algo muy gratificante. Que nadie os quite vuestros sueños. Supone mucho esfuerzo y sacrificio, pero al final se consigue», indicaba el diseñador de animatrónica. Que para quien no lo sepa, son los profesionales que se encargan de dar vida a los robots que vemos en las películas. Una profesión que podríamos creer extinta con la llegada de los efectos digitales, pero que ha sabido convivir perfectamente junto a ellos.
Merece la pena destacar una de sus opiniones, porque responde a una pregunta que muchos fans se hacen: «A los que vienen del 'Fortnite' no les molesta el CGI, porque provienen de un lenguaje digital, mientras que nosotros venimos del analógico. Pero en cambio, ellos hacen que cada vez haya más carga humorística en las películas. El lenguaje visual y narrativo ha cambiado. El público actual necesita que le den escenas que rompan con la continuidad para llamar de nuevo su atención».
La noche cae en Freakcon. La plaza central deja de estar tan iluminada y el ambiente empieza a apagarse. Por sus puertas han pasado este sábado 15.000 personas, «un éxito rotundo», según indican sus organizadores.
La mañana del sábado...
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