Secciones
Servicios
Destacamos
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Sábado, 4 de agosto 2018, 00:48
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
Hay hechos contrastados: uno de los actores desapareció nada más terminar de rodar sus escenas, cinco montajes de la película se borraron desde distintos ordenadores y una de sus localizaciones salió ardiendo. Después están las cosas que se cuentan: apariciones inexplicables, luces que se apagan solas, imágenes extrañas en las grabaciones... Quienes lo vivieron de primera mano niegan los sucesos paranormales, pero siguen preguntándose qué pasó para que ese corto que se filmó durante tres noches en Cortijo Jurado nunca haya podido ver la luz. Dieciocho años después del fallido rodaje de 'Un golpe definitivo', Jorge Rivera y Kike Mesa, director y operador de cámara de aquel proyecto, buscan la verdad sobre el corto maldito del cine malagueño a través de un documental.
'Imborrable' se rodará a partir de octubre entre Málaga y Dinamarca, donde ahora vive Jorge Rivera. El malagueño hizo las maletas hace 14 años hacia Copenhague para dar un impulso a su carrera como director de escena y gestor cultural. Allí comenzará el documental que él dirige y guioniza, una coproducción hispano- danesa que seguirá los pasos de Jorge en su deseo de volver a los «orígenes» y reencontrarse con aquello que dejó pendiente en Málaga. Una especie de viaje «terapéutico» con el que, además de dar un giro a su vida, trata de dar respuesta a lo que sucedió en aquella accidentada filmación.
Año 2000. 'Un golpe definitivo' era la adaptación al cine de un relato de H. P. Lovecraft –'El terrible anciano'– que querían llevar a cabo una «generación incipiente de cineastas locos», puntualiza Kike Mesa, coproductor del documental con Kandale Films. «Había estudiado dirección de escena en la ESAD y quería probar a hacer un corto. Hablé con Paulino Cuevas y empezamos a montarlo. Era una época loca y espontánea», recuerda Jorge Rivera. Kike Mesa era de los pocos que contaba entonces con una cámara profesional, comprada con el premio de un certamen de cortos de la Junta de Andalucía. Era una Canon XL1. Y se sumó al proyecto. Juan Domínguez, pionero en el maquillaje de efectos especiales en Málaga ya fallecido, se encargaba de dar verosimilitud a la historia. Y los malagueños Pepe González Rubio (también fallecido), Rafael Castillo y Adelardo Méndez protagonizaban la cinta, junto al holandés Hans Meyer.
Tras una de las noches en Cortijo Jurado, Hans sufrió una caída por el hueco del ascensor de su casa y se dañó la pierna. Hubo que adaptar el guión para que en las siguientes tomas apareciera con bastón. Poco después, comunicó al equipo que iba a visitar a su familia. Y nunca más se supo. Localizaron a los suyos en Holanda, preguntaron a sus contactos en Málaga, incluso dicen que se abrió una investigación policial. Pero hoy sigue siendo un caso sin resolver. «Me han llegado hasta tres versiones distintas de lo que le ha pasado», dice Rivera.
No fue el único incidente. Tras grabar en la finca, un niño que aparecía en el filme empezó a sentirse mal y estuvo cuatro meses ingresado si que la causa quedara muy clara. La frutería del Centro en la que tomaron algunas escenas salió ardiendo días después. Y lo más sorprendente para el equipo: cada vez que montaban el corto, este se borraba misteriosamente del ordenador. Hasta cinco veces pasó. «El quinto montaje lo exporté a VHS antes de hacer el doblaje. Y lo digitalicé», cuenta Rivera. Eso y los archivos en bruto que conservaba Paulino Cuevas permitirán entrelazar la historia con imágenes reales del rodaje.
Con tantos contratiempos, el proyecto se abandonó. Hasta hoy. Para Kike Mesa y Jorge Rivera hay una explicación más plausible que la influencia negativa de Cortijo Jurado, la casa maldita por excelencia de la provincia de Málaga. «La única maldición era la del cine malagueño. Éramos pobres, atrevidos y con ganas de hacer cosas. Queríamos hacer cine a toda costa en una Málaga en la que no hacía cine nadie. Eso nos convertía en malditos, pero no por nada fantasmal sino por lo que significaba Málaga en aquella época», argumenta Mesa.
Se dice que miembros del equipo «veían cosas», que había «presencias». «Pero eso solo evidencia los pocos medios de producción que teníamos: éramos incapaz de evitar que entrasen los yonkis», aclara Mesa. Escéptico como el productor, Rivera achaca lo sucedido a «una mala suerte tremenda». «Es una estadística imposible. Pero a veces pasa, como a quien le toca la lotería», mantiene Rivera.
'Imborrable' –que en septiembre abrirá una campaña de crowdfunding en Verkami– rendirá un homenaje a esa generación de arriesgados cineastas que querían «hacer cine más allá de sus posibilidades». Hará un repaso por las casas encantadas, con especialistas en la materia y con la opinión de psicólogos y psiquiatras. Y se detendrá en el personaje de Lovecraft, un autor maldito al que también rodean múltiples leyendas. Todo ello, entremezclado con el insólito rodaje de 'Un golpe definitivo'.
Se trata de cerrar el círculo de la «maldición del cine malagueño» en todos los sentidos, el real y el figurado. Y para eso queda un último paso que dar: el objetivo de aquellos jóvenes y ambiciosos cineastas era estrenar el corto en el recién nacido Festival de Málaga. Aquella vez no pudo ser. Puede que esta vez lo consigan. Si el documental no se borra...
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Cuál es el origen de los apellidos modernos
BURGOSconecta
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.