Rakesh Narwani, en la sede de Objetivo 50, en la Merced. claudia san martín

La rebelión de Rakesh Narwani en forma de cortometraje

Este cineasta de origen indio presenta hoy en el Albéniz el documental familiar 'El bazar de mis padres', con el que se sincera sobre la tradición de heredar

Jueves, 16 de junio 2022, 00:11

Cuando estudiaba Comunicación Audiovisual en la UMA, Rakesh Narwani veía pasar delante de Bazar Kirpa a muchos de sus compañeros con cámara en mano, filmando ... algo que él se «estaba perdiendo». Reconoce que desde pequeño sintió el peso de una tradición casi impuesta, un tema que ha sido tabú en su familia hasta hace muy poco tiempo. Narwani explica que se sentía como una especie de «esclavo» tras el mostrador en la tienda de electrónica de sus padres y esa herencia era su cárcel.

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Aunque a muchos les despertara simpatía y nostalgia el ya extinto Bazar Kirpa de calle Carretería, este malagueño con raíces indias quería desvincularse por completo del mundo del comercio. Nunca lo habló con sus padres, Bhagwan y Manju, sin embargo los sueños de Rakesh crecían tan rápido que eran imposibles de ocultar. Un buen día de febrero de 2018, tras 36 años levantando la persiana, el Bazar Kirpa tuvo que vaciar sus estantes para abandonar el local por una subida brusca del alquiler y, por la edad de sus regentes, caminar hacia la jubilación.

La inquietud de Rakesh por el mundo audiovisual le llevó a filmar todo ese proceso para convertirlo, posteriormente, en un documental lleno de ternura y melancolía: el adiós definitivo a una tradición que el hijo varón de los Narwani no ha continuado.

'El bazar de mis padres' es un cortometraje que cuenta la historia de Bhagwan y su mujer Manju. El primero, emigró desde La India hasta la ciudad de Ceuta con apenas 20 años, atraído por un trabajo prometedor en los Almacenes Marisol, donde Bhagwan adquirió todos sus conocimientos sobre tecnología en los años 70: cámaras de fotos y vídeo, relojes, altavoces, despertadores... Un horizonte sin fronteras que le llevó, años más tarde, a fundar su propio negocio en Málaga. Su mujer, Manju, no tardó mucho en mudarse con él a España, dejar su vida en su ciudad natal y crear una familia, acompañada de la abuela Rukmani.

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Ambos formaron un gran equipo tras el mostrador de Bazar Kirpa y, con sus dos hijos Poonam y Rakesh, se convirtieron en todo un emblema de la electrónica en el Centro de Málaga: «Este documental habla de lo heredado, del peso de la tradición que tenemos los hijos de inmigrantes, sobre todo los 'millenial' porque somos la generación más preparada y con acceso a todo. Nuestros padres no lo tuvieron y nosotros vivimos esa presión familiar que ya no nos corresponde», relata Rakesh.

Un documental catártico

De hecho, cuenta que la grabación de esta cinta ha sido para él una «catarsis», el impulso que necesitaba para liberarse de todo aquello que le apresaba y que le ha llevado a entender a su propia familia a través del cine: «Mi hermana y mi cuñado, de hecho, abrieron una tienda similar en El Torcal. Y eso es lo que intento romper con este documental, porque sé que hay otros hijos de inmigrantes que están en situaciones parecidas, en la perfumería o en la joyería familiar y me decían que lo que han visto en el trailer es lo que siempre han querido decirles a sus padres», cuenta con orgullo y preocupación Rakesh ante «la burbuja» y el aislamiento que esta herencia supone para la integración de las personas migrantes.

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Hoy esta cinta cobrará sentido y se hará más real que nunca en el Cine Albéniz, con dos proyecciones especiales, a las 19.30 y a las 20.30 horas, para las que Rakesh ha hecho un gran llamamiento a la comunidad india de Málaga y provincia: «Yo aún tengo mis sentimientos encontrados con el bazar, porque he visto que no se ha alquilado el local. Querían montar un bar, pero piden por él 3.000 euros», explica con nostalgia sobre un espacio que su familia «mimó mucho» y que hoy resurge de sus cenizas, aunque sea por momentos.

hagwan y Manju, frente al escaparate de Bazar Kirpa. SANDRA LARA

Convertirlo en largometraje

Sin embargo, lo curioso de este proyecto tan familiar y emotivo es que Rakesh Narwani tiene muchos planes para él. Este malagueño, que actualmente impulsa la empresa de alquiler de equipo audiovisual Objetivo 50 y la productora Bazar Films, recibió una ayuda del Festival de Málaga para el desarrollo de un largometraje de ficción que ya está preparando. 'El gran bazar de mis padres', un título aún provisional, será «una película española con actores indios» para la que ya tiene una parte del guión armado. Además, Rakesh cuenta con el apoyo de la directora de cine catalana Carla Simón, con quien se reúne una vez al mes para tutorizar el proyecto.

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Aunque Bazar Kirpa no tuvo un final demasiado feliz, Narwani tiene en sus manos el poder de culminar la historia del negocio familiar de otra forma y, además, homenajear los 36 años de trabajo de sus padres en una tienda que finalmente se concibió como un hogar.

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