Borrar
Melania Rojas, en una sala que reserva asientos para personas con movilidad reducida en primera fila, desde donde la visibilidad de la pantalla es distorsionada.

El castigo de la primera fila

Una joven pide que las salas malagueñas se adapten y se conviertan en inclusivas para poder ir al cine igual que el resto de espectadores. Su cruzada ha roto fronteras

Francisco Griñán

Lunes, 21 de noviembre 2016, 00:27

«Ven, siéntante». La invitación es de Melania Rojas para que compartamos con ella la primera fila. Ese espacio tan privilegiado y exclusivo en los ... espectáculos que no lo es tanto en un cine. De hecho, más que un premio es una condena. Sólo hace falta que pasen unos minutos de trailers nos hemos reído con el avance de Villaviciosa de al lado, en la que tiene una frase desternillante el malagueño Salva Reina para notar que la vista distorsionada de la pantalla desde tan cerca empieza a tener efectos secundarios. Concretamente, cierta sensación de mareo. «Y cuando acabe la proyección te vas con el cuello roto», avanza Melania que ya tiene experiencia en esto de ir al cine y desear que la película se acabe pronto. No porque no le guste lo que ve, sino por la incomodidad de los espacios reservados en primera fila para las sillas de ruedas de personas con movilidad reducida. Por ello, la joven espectadora, a la que un accidente dejó tetrapléjica hace una década, ha emprendido una cruzada para conseguir que, como ocurre en otras ciudades, las salas malagueñas se adapten realmente a las necesidades de los discapacitados con cines inclusivos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur El castigo de la primera fila

El castigo de la primera fila