Álex de la Iglesia: «Mi documental sobre Messi no es la visión de un fanático del fútbol»
El cineasta estrena el día de Navidad su debut como productor, ‘Musarañas’, y en enero su filme sobre el astro argentino. Además avanza que traerá película al Festival de Málaga
Francisco Griñán
Lunes, 22 de diciembre 2014, 02:36
Una charla con Álex de la Iglesia (Bilbao, 1965) siempre es prometedora. Como sus películas. Es divertido, agudo, excesivo, cercano, fantástico, ingenioso, visual, osado, inteligente ... y bizarro. Aunque antes de la conversación oficial también sale un Álex doméstico. «Tengo que recoger a las niñas a las 3». Tiene tiempo, porque todavía no han dado las once de la mañana. Aunque está un poco lejos. La cita familiar es en Madrid y se encuentra todavía en Málaga por estar pensando en las Musarañas. Así se titula su primera película. Sí, la primera como productor de dos nuevos talentos: Estaban Roel y Juanfer Andrés.
Viendo Musarañas da la impresión de que no desentona en su filmografía. Parece que los directores lo tuvieron fácil para convencerlo.
Pues la verdad es que fue una decisión complicada, porque nunca lo había hecho. Leer un guión de otro y decir adelante no es fácil, pero en este caso el proyecto estaba muy bien escrito, muy bien pensado y se notaba que llevaban años trabajándolo. Así que les dije: ¡Vamos a hacerlo!
¿Qué tiene el terror para Álex de la Iglesia?
Me encanta. Es el género con el que más disfruto viendo películas y Musarañas es un caso claro de cine del de siempre, del de personajes. Yo lo llamo del subgénero Baby Jane en referencia al filme de Bette Davis y Joan Crawford, una historia de mujeres encerradas. Me resulta divertido estar viendo la película y pensar qué les pasó a estas chicas, por qué son como son... Todo se va desgranando poco a poco y, como espectador, es muy entretenida de ver.
Por cierto, le he escuchado decir que como director es un dictador, ¿Y como productor?
Todo lo contrario. Me han dado la oportunidad de ponerme en otro sitio y he hecho lo que jamás han hecho nunca conmigo. Hay una cosa que me hubiera gustado y es que algún productor me dijera: ¿Qué necesitas? El productor es un tipo que está para ayudar y conseguir que una película se haga. En ese sentido, como director, no sé si soy dictador, pero sí tengo sentido militar. ¿Aquí quién decide? ¿El director? Pues venga, dime que hay que hacer. Esa es la manera de trabajar y de conseguir eficacia en un rodaje, donde hay que tomar decisiones muy rápido. Y con Esteban y Juanfer me he entendido muy bien.
¿Y va a tener continuidad?
Por supuesto. Esto no es un experimento. Estoy produciendo ahora una segunda película, Los héroes del mal, con un tipo con un enorme talento, Zoe Berriatúa, un actor con gran experiencia como director y autor de cortos brutales. Ya hemos rodado y espero estrenar antes del verano.
Eso queda cerca del próximo Festival de Málaga Cine Español.
Sí, quiero presentarla aquí, en Málaga.
Carolina Bang, su pareja, también han tenido protagonismo en su paso a la producción con Musarañas.
Es que la productora del filme es ella. La que ha estado a pie de rodaje ha sido Carolina y ha hecho un trabajo espectacular.
¿Pero también es actriz y no sé si tiene un poco de perversión por su parte el haber dejado a los directores que le hagan las perrerías que le hacen en pantalla?
Ja, ja, ja. Algo de eso hay. Fue gracioso, porque pregunté quién iba a hacer ese personaje y los directores me dijeron: Carolina, ¿no? Y dije vale, pero no quiero más detalles.
Y no le ha tentado alguna aparición suya a lo Hitchcock...
No, cuando te involucras en una película a ese nivel, juegas con un material peligroso. No me gusta que el público se distraiga en las películas y con los cameos le recuerdas a la gente que esto es una ficción.
Pues mejor que no lea esto último su amiguete Santiago Segura.
Es que él hace un género muy especial que son sus propias películas, en las que no solo se permiten los cameos, sino que Torrente necesita ese tipo de presencias.
En unos días, el 2 de enero, se estrena también su documental Messi. Sorprendió cuando se anunció que usted dirigía este proyecto.
Fue un encargo. Precisamente, por lo diferente que era a lo que hago dije que sí. Ante todo soy un realizador al que lo que más le gusta es dirigir. Y me encanta meterme en proyectos como Messi, que no forman parte de mi carrera y mis intereses como contador de historias.
Su visión de Messi no es entonces la de un aficionado.
Exacto. Una de las cosas interesantes del documental es que no está hecho por un fanático del fútbol. El documental ve este deporte desde fuera y cuenta esa pasión desde un punto de vista exterior.
¿Y qué tal se le da a usted eso de darle patadas al balón?
Uff. Yo era ese tipo que, cuando en el patio del colegio elegían los equipos, me quedaba el último. Ese que los capitanes se preguntaban: ¿Y con este qué hacemos?
Dos rodajes para 2015
Este año también lo hemos visto en campañas de publicidad. La de BQ ha sido muy comentada porque saca pecho de ser español en un momento en el que espíritu nacional arrastra todavía la crisis.
Los españoles siempre nos crecemos en la adversidad. Eso es muy importante en las rodajes, porque una película es una pequeña batalla y ves de forma clara al que se esconde en las trincheras y al que sale corriendo contra el enemigo. Es eficaz plantarle cara a los problemas, porque te obliga a espabilar y a reaccionar .
Por cierto, el cine español parece que sale de las trincheras.
Nuestro cine, como el resto de la cultura, está pasando un momento complicado, pero luchando. Yo no he estrenado este año película y estoy muy orgulloso del trabajo de mis compañeros. He visto películas buenísimas. Daniel Monzón con El niño ha hecho una obra maestra y estoy asustado de lo buena que es la película de Alberto Rodríguez, La Isla Mínima. En el cine todos somos muy envidiosos, pero cuando una película es una maravilla, es incontestable. Me ha pasado con estas películas, también con Magical Girl u, otras más desconocidas, como Gente en sitios.
Y ahí tenemos Ocho apellidos vascos, que ha sido una explosión de alegría taquillera.
Es una película que ha funcionado porque es muy buena, tiene unos grandes interpretes, un guión muy divertido y una historia que la gente quería escuchar. Y ha funcionado porque está dirigida por Emilio Martínez Lázaro, que ha hecho películas de grandísimo éxito.
Este año no ha dirigido ficción, pero en 2015 quiere rodar dos.
Eso es lo que pretendo, otra cosa es que lo consiga. En febrero comenzaré una comedia histérica. Se titula Mi gran noche y es al estilo de El mundo está loco, loco, loco. Una cinta disparatada con muchos personajes corriendo de un lado para otro y con la vuelta al cine de Raphael. La otra será un thriller que se titula El bar, aunque será la segunda y todavía falta mucho.
Habrá qe desearle un trabajado y feliz 2015.
Es que es la única manera de mantenerse a flote, moviendo mucho los brazos.
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