Un drama esquizo y travesti contra la misoginia en la literatura
'El caballero incierto' se basa en un personaje de Rosa Montero para recordar a las mujeres que no pudieron ser escritoras
El Teatro Echegaray marcó otro lleno anoche, en pleno Festival de Teatro, para recibir 'El caballero incierto', un monólogo, falso diálogo, a ratos esquizofrénico, que ... mantienen dos personajes en el mismo cuerpo y distintas identidades: Josefina Álvarez, que escribe novelas a escondidas y lucha contra el lugar que se le ha impuesto en el mundo como mujer soltera que viste de luto por la muerte de sus ilusiones, y Luis Freeman, supuesto escritor cubano absorto en el cosmopolitismo y autor apócrifo. En una atmósfera de misterio, se desarrolla una trama con un ritmo y una emoción apabullantes que el público despidió con una larga y sonora ovación final.
La aragonesa Silvia de Pé hace un trabajo admirable, con un clímax final merecedor de todos estos aplausos. Además de interpretar dos papeles es uno, es también responsable de la idea. Marcada por la lectura de la novela 'La carne' (publicada en Alfaguara) escribió un correo a su autora, Rosa Montero, para 'pedirle la mano' de Josefina Álvarez, personaje imaginario de la novela, y convertirla en lo que hoy gozamos: un personaje fascinante que personifica el homenaje a las mujeres que tomaron las riendas de sus vidas, domando los destinos a veces lamentables que se habían concebido para ellas, y la denuncia del silencio al que se han visto sometidas tantas escritoras a lo largo de la historia.
A partir de este personaje heroico, la dramaturga Laila Ripoll desarrolla un texto trepidante para que lo dirija el dúo formado por Alberto Castrillo-Ferrer y José Recuenco en una coproducción en la que participa Teatro Español. La iluminación, a veces deslumbrante y estroboscópica, es de Juan Gómez-Cornejo y Anna Tusell es la responsable del diseño escénico también acertado en su resolución y con este juego de cortinas que no altera el clímax, sino que sirve como juego. En el trasfondo de la trama está el accidente del cabo Machichaco, en el Santander de 1983, que provocó cientos de muertos y miles de heridos, y que alteró el destino de los personajes de esta ficción y su plan para cometer su crimen contra la otredad, pero no matando al otro, sino al sujeto. 'El caballero incierto' es un goce absoluto y una profunda herramienta de reivindicación, afilada como una navaja y exquisita en su ejecución, aunque también es triste. La vida, como escribe Rosa Montero, es un pequeño espacio de luz entre dos nostalgias: la de lo que aún no has vivido y la de lo que ya no vas a poder vivir.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión