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Suena con frecuencia una frase tan manoseada que ha terminado por bordear el abismo del lugar común. Se emplea como argumento para justificar iniciativas ... diversas y pasa por afirmar que un proyecto determinado 'pone en el mapa' a quien lo ejecuta o, sobre todo, al territorio que lo alberga. El fenómeno ilustra la importancia dada a estar presente, a incluirse en una geografía compartida que ayude a situar y situarse. A ser visible. Pues bien, también hay propuestas que nacen con la vocación de voltear ese mapa, de manejar una brújula propia para labrar un espacio nuevo y compartido que, en esta ocasión, maneja una fiera querencia meridional. Sería el caso de Bienal Sur, el ambicioso encuentro dedicado al arte contemporáneo que tendrá este verano en La Térmica la única sede española de su tercera edición.
La Bienal Sur es una propuesta capitaneada por la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF), la institución académica pública argentina cuyo rector, Aníbal Jozami, actúa como director general de un encuentro «totalmente original, totalmente atípico y totalmente indisciplinado», por usar las palabras del gestor cultural y coleccionista. De este modo, la Bienal Sur pone en marcha su tercera entrega en 45 ciudades de 21 países y con el centro cultural de la Diputación Provincial como única sede española. «Nuestro objetivo era volcar el arte del norte hacia el sur y el arte del sur hacia el norte», brindaba Jozami antes de avanzar que uno de los propósitos de la Bienal pasa por «terminar con la contradicción entre centro y periferia que se da a nivel económico y político».
Como antecedente más cercano, en 2019 la bienal se expandió a 112 sedes de 47 ciudades en 21 países e incorporó propuestas de más de 800 artistas y comisarios. Y con esos mimbres conceptuales, la Bienal Sur aterrizará en La Térmica este verano con dos frentes abiertos y con la colaboración de la Universidad de Málaga. De un lado, dos exposiciones y, de otro, la apertura de su programa de residencias artísticas a creadores venidos del otro lado del charco que recalarán en La Térmica desde 2022.
En el apartado expositivo, el 27 de julio está prevista la inauguración del proyecto 'Al sur del sur', compuesto por dos montajes distintos y complementarios. De un lado, la chilena Voluspa Jarpa presentará 'Zoo', «que se focaliza en las maneras en que la mirada colonial exotizó y deshumanizó las distancias socio-culturales»; de otro, 'Cartografías disidentes' reunirá los trabajos de las argentinas Agustina Woodgate y Graciela Sacco con la obra de la uruguaya Paola Monzillo para proponer «nuevas formas de abordar el mundo en el que habitamos».
Porque justo esa noción de cartografía es una de las cuestiones esenciales sobre las que gira la Bienal Sur de este año. Lo recordaba el catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Málaga (UMA) y coordinador de la participación de La Térmica en Bienal Sur, Eugenio Carmona, quien acotaba: «Frente a la manera de las bienales eurocéntricas que se habían institucionalizado, Bienal Sur fue capaz de lanzar un soplo de aire fresco y plantear una estructura abierta y participativa».
Una fórmula que además supone un nuevo puente cultural tendido por La Térmica con la otra orilla del Atlántico.Así lo recordaba el presidente de la Diputación Provincial, Francisco Salado, en alusión a la primera edición del festival literario Escribidores, presentada la semana pasada y prevista del 25 al 30 de octubre en colaboración con la Cátedra Vargas Llosa. Porque hay formas y formas de es
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