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Báez escribe sus cuadros en el CAC Málaga

Báez escribe sus cuadros en el CAC Málaga

El centro de arte de la capital malagueña reivindica el arte textual del creador andaluz

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Sábado, 1 de diciembre 2018, 00:02

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'El día abre la mano / tres nubes / y estas pocas palabras'. Pocas palabras impresas sobre fondos de diferentes colores. Colores planos y textos. Vanos en las paredes del espacio central del Centro de Arte Contemporáneo de Málaga (CAC Málaga), convertido en una suerte de enorme haiku, en una instalación donde la palabra escrita, el color, el diseño y el juego de volúmenes acaban componiendo algo así como una instalación. Una pieza única y envolvente que resume y destila las tres últimas décadas de trabajo de José María Báez (Jerez de la Frontera, 1949), residente en Córdoba desde los años 60.

Estrena Báez la exposición 'La vida es como un viento' y el CAC Málaga aprovecha la ocasión para presentarla como una declaración de intenciones. «Creo que estamos ante un artista que esta España injusta de necios aún no ha sabido posicionar en su justa medida. El mundo del arte no ha sabido captar su importancia. Para mí es uno de los grandes artistas de su generación y sin duda es el artista español más singular en la relación entre el arte, el lenguaje, la arquitectura y el pensamiento», reivindicaba ayer el director del CAC Málaga, Fernando Francés, durante el estreno de la exposición.

«Es difícil tratar de definir a José María Báez, porque muchas veces no sabes si es un filósofo antes que un poeta, un literato antes que un pintor, que es un manipulador de espacios y por tanto, un arquitecto frustrado o que realmente es un personaje renacentista en el que cualquier cosa cabe, incluso el diseño», proseguía Francés para glosar la trayectoria de un autor que se mueve en la frontera entre el 'Art & Language', el diseño gráfico y la poesía visual.

Y aunque Báez admitía que sus caminos artísticos van por otros derroteros desde hace tiempo, también se felicitaba por la posibilidad de regresar a este periodo de su producción: «Hace ya diez años que dejé de trabajar con textos, estoy ahora con otros relatos, pero no me arrepiento porque me ha permitido enfrentarme a estas piezas que están un poco más alejadas en el tiempo. Hay piezas que tienen 28 o 29 años y me parece que se ha conseguido que las obras acaben desarrollando un cierto ámbito melancólico, elegíaco incluso, y que de alguna forma tengan una conexión entre ellas».

Como una novela

Porque, para Báez, su exposición en el CAC Málaga, programada hasta el próximo 10 de febrero, se plantea «como una novela». A saber: «Los capítulos tienen que tener una finalidad y tienen que concretar una historia. Esa ha sido la dificultad que había que superar en esta exposición, porque estas obras habían sido elaboradas para otros proyectos».

Y así, aquí el relato tiene que ver con el halo poético que desprenden los textos y los colores reunidos por Báez en sus composiciones. Hasta 150 piezas combinadas en 45 obras planteadas como ensamblajes de texto y color, de puras formas que lanzan mensajes sugerentes y enigmáticos en unos casos, apenados y doloridos en otros.

Francés recordaba cómo, a partir de la década de los años 70 del siglo pasado, Báez «construyó un tipo de arte que en España es único en su especie, que tiene una conexión muy brutal con los artistas que utilizaron el lenguaje en la escena internacional». Porque, para el director del centro de arte malagueño, «la mirada culta, intelectual» del artista andaluz «le hacen absolutamente singular».

Una singularidad desnuda, sin maquillaje y desnuda, de apariencia frágil y vocación brutal.

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