Ver 8 fotos
La excelencia y el compromiso tienen premio en Málaga: el Ateneo entrega sus Medallas
La institución distingue a Manuel Bellido, Arturo Díez Boscovich, María del Carmen García, Fernando Orellana y Consuelo Gámez por su «tesón, perseverancia y altruismo»
Sus currículos no caben en los poco más de tres minutos de semblanza reservados para cada premiado, pero es que eso no es lo más ... importante. Si Manuel Bellido, Arturo Díez Boscovich, María del Carmen García, Fernando Orellana y Consuelo Gámez reciben las Medallas del Ateneo de Málaga, no es únicamente por sus logros profesionales –que los hay y muchos– sino por su sensibilidad y su compromiso con su oficio y con su entorno. Todos ellos representan los valores «culturales, éticos y humanos» que defienden los ateneístas: «el tesón, la perseverancia, el altruismo, la excelencia y la maestría profesional y personal», les reconoció Victoria Abón, en su último discurso como presidenta en el día grande del Ateneo (en noviembre se agotan las dos legislaturas establecidas en los estatutos).
La Sala Fundación Unicaja María Cristina llena aplaudió «la lucha por el medio ambiente marino» de la bióloga María del Carmen García; el «compromiso con la ciencia y la divulgación» del oftalmólogo y presidente de la Academia Malagueña de Ciencias, Fernando Orellana; la «valentía y apuesta por la sostenibilidad de nuestro entorno» de la economista y emprendedora Consuelo Gámez; la «maestría y perseverancia» del compositor y director de orquesta Arturo Díez Boscovich y la «vocación y ética profesional» del periodista de Canal Sur Manuel Bellido. Ellos respondieron con emoción, gratitud y con discursos en los que dejaron claro su responsabilidad con la sociedad.
«Defender el conocimiento científico es un acto de compromiso», declaró María del Carmen García Martínez, la primera mujer científica en dirigir el Instituto Español de Oceanografía (IEO) en sus 111 años de historia. Tras ser presentada por Felipe Foj, vocal de Patrimonio Marítimo del Ateneo, y recibir la medalla de manos del científico Juan Antonio Camiñas, la bióloga hizo un alegato por la investigación, el rigor y la evidencia científica en un momento «preocupante de negacionismo, desinformación y sospecha ante la ciencia». Y no se olvidó de sus orígenes: si está aquí, dijo, es gracias a la educación pública.
Una afirmación muy celebrada por la sala, como lo fue minutos después la lucha por «una docencia pública de calidad» a la que Consuelo Gámez dedicó 39 años de su vida. Fue la primera profesora de Economía de una joven facultad malagueña y en su jubilación decidió emprender, fundando la Dehesa de los Monteros, donde pone en valor los productos ibéricos de la Serranía de Ronda sin perder de vista la sostenibilidad del Valle del Genal, como le alabó Miguel Tello, presidente ejecutivo del Ateneo. Le entregó la medalla su «alumno, amigo y compañero de la facultad» José Manuel Domínguez, presidente de Fundación Unicaja.
Las palabras que le dedicó Juan Gaitán, vocal de Publicaciones del Ateneo, emocionaron a Fernando Orellana, que recogió la distinción de manos de Rosario Camacho, presidenta de la Academia de Bellas Artes de San Telmo: «Málaga hoy es más sabia gracias a vosotros, seguís siendo imprescindibles», dijo a los ateneístas. Porque avisó: «Las libertades y derechos no se consiguen de forma irreversible y para siempre». En un tiempo donde prima el olvido, Orellana recordó a Ricardo de Orueta, enterrado en Madrid sin lápida por el que seguirá peleando su traslado a Málaga.
Bellido, referencia de la información cinematográfica desde su programa 'Una de cine' en Canal Sur hasta su reciente jubilación, reivindicó el periodismo como «servicio público». «Cronista generoso de los que no buscan el foco pero iluminan», en palabras de Sergio Martín, vocal de Comunicación, Bellido recibió la medalla de manos de Montse Naharro, directora territorial de Canal Sur-RTVA en Málaga.
Y ante la prisa y el ruido, Díez Boscovich apeló al arte, donde se refugia «lo esencial, lo lento, lo que nos vincula con lo humano». Presentado por Paula Coronas, vocal de Música, y ya con la medalla que le entregó José Ferrer, gerente de Copicentro, Boscovich se emocionó al vincular su nombre a la «historia cultural de esta ciudad». Un aliento para seguir porque, concluyó, «la música sigue importando».
De hecho, el piano y la voz fueron también protagonistas de una gala presentada por Celia Bermejo. Paula Coronas y Javier Ojeda pusieron la banda sonora a la entrega de Medallas del Ateneo reviviendo, en un formato íntimo, el concierto 'Entre amigos' que les unió en 2021. Uno de los hitos del Ateneo que hizo que se le quebrara la voz a Victoria Abón al recordarlo. Se notaba que para ella este discurso suponía el cierre de un ciclo. «Seguimos al frente en la vanguardia del pensamiento y la cultura», dijo. «La educación, la cultura y el conocimiento son el camino hacia una sociedad más libre, equitativa y justa», resaltó. Y se despidió: «Nos vemos en el Ateneo».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión