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Fortes, en el momento de ser enganchado por el corbatín en su cogida. Fernando Alvarado. EFE
Aparatosa cogida de Jiménez Fortes en Madrid

Aparatosa cogida de Jiménez Fortes en Madrid

El malagueño sufre fractura de peroné

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Viernes, 28 de septiembre 2018, 22:47

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De milagro. Así se puede catalogar que Fortes no sufriera una cornada grave tras la espeluznante cogida que le infligió ayer el quinto toro de la tarde, un sobrero del Conde de Mayalde, cuando entró a matar. 'Estafador' prendió al malagueño y sus pitones buscaron con saña los muslos, el vientre, la cara y el cuello, donde el burel le arrancó de cuajo el corbatín color verde en unos dramáticos momentos que hicieron presagiar lo peor para un joven espada que en su carrera ha sufrido gravísimas cornadas, entre ellas, una en 2015 en el cuello. Cuando los subalternos y sus compañeros de cartel lograron rescatarlo de las garras del toro, Fortes intentó seguir en el ruedo, pero no pudo y fue llevado a la enfermería –en el trayecto, en un gesto de gran torería, giró la cara para ver si el animal había doblado–. Los médicos certificaron que no le había calado, pero sí sufrió numerosas contusiones y erosiones tras la brutal paliza por lo que decidieron trasladarlo a un centro sanitario para una exploración radiológica más exhaustiva, en la que se confirmó que sufre una fractura de peroné.

  • Lugar Plaza de toros de Las Ventas (Madrid).

  • Ganadería Toros de Victoriano del Río (2º, 3º y 6º) y Toros de Cortés (1º y 4º), de desigual presentación y juego, fueron descastados y blandos, mientras que el sexto fue áspero y complicado; en quinto lugar salió un sobrero del Conde de Mayalde, bien presentado, manso y descastado.

  • Toreros Alejandro Talavante (marfil y oro): ovación tras aviso y pitos; Saúl Jiménez Fortes (tabaco y oro): silencio tras aviso y silencio; y Pablo Aguado (blanco y oro) –sustituto de Paco Ureña y confirmó alternativa–: palmas y oreja.

  • Incidencias Primera de la Feria de Otoño. Casi lleno. Dos buenos pares del malagueño Juan José Trujillo, en el segundo de la tarde. Presidió Justo Polo. Parte médico de Fortes en la plaza: «Contusiones y erosiones múltiples, pendiente de estudio radiológico. Se traslada al hospital San Francisco de Asís. Pronóstico reservado». En el hospital se confirmó que tiene fractura de peroné .

La dramática cogida fue el epílogo de una tarde donde Fortes no tuvo suerte ya que le tocó un lote sin opciones. El malagueño hizo su cuarto paseíllo de la temporada en Madrid con la ilusión y la esperanza de mantener el buen cartel que ha logrado en Las Ventas. Pero ya se sabe el dicho: 'El hombre propone, Dios dispone y el toro descompone'. Su primero fue un toro astifino que no le permitió el lucimiento con el capote. 'Frenoso' fue un animal sin fijeza y que salió suelto de los engaños. El malagueño brindó a Paco Ureña una faena que comenzó con un estatuario tras el que el burel rodó por los suelos. Le cambió los terrenos y ya con la mano diestra dibujó una gran tanda en la que hubo firmeza y mano bajo en el único momento donde el 'victoriano' se entregó. A partir de ese momento, el trasteo fue en declive debido a que el burel, cuando se vio ganada la partida, cual boxeador, arrojó la toalla y empezó a defenderse esperando que sonara la campana. En el final, Fortes logró arrancarle una tanda con cadencia. Dejó una estocada baja y necesitó un descabello.

El quinto de la tarde fue devuelto por su falta de fuerzas después de que el público estallara contra el presidente en el cuarto, un inválido, por no haber sacado el pañuelo verde. Saltó al ruedo un sobrero del Conde de Mayalde que impidió a Fortes el lucimiento tanto con el capote con la muleta a pesar de que el malagueño lo intentó, pero 'Estafador' hizo honor a su nombre y fue una estafa de toro.

En una tarde gris, con un ambiente extraño en los tendidos, Fortes fue la cruz de la moneda, mientras que Pablo Aguado fue la cara. El diestro sevillano entró por la vía de la sustitución –estaba anunciado Ureña, quien se cayó del cartel por la terrible cogida sufrida en el ojo hace unos días–para confirmar la alternativa. En el toro de la ceremonia, 'Bolero' de nombre, el joven espada hispalense dejó un buen toreo de capa tanto en las verónicas templadas de recibo como en el personalísimo quite por navarras con el que respondió a Alejandro Talavante. A la postre, sería lo más destacado que sucedió en el abreplaza ya que en la faena de muleta, brindada al cielo, hubo disposición, firmeza y seguridad del torero y poca clase y fondo del burel. Mató de una estocada trasera.

Pablo Aguado triunfó en el último con una actuación preñada de torería, valor y firmeza ante un toro que presentó muchas complicaciones, especialmente en la faena de muleta. 'Corchero' tuvo una embestida áspera ante la que el sevillano no dudó y construyó una faena maciza sobre ambas manos logrando buenas tandas que calaron en los tendidos. Mató de una estocada casi entera y cortó una oreja de peso que le permite entrar en Madrid con buen pie.

La afición de las Ventas obligó a saludar a Talavante en el tercio cuando se rompió el paseíllo por su gesto de anunciarse dos tarde en el ciclo otoñal y someterse al sorteo de los carteles. Sin embargo, después, a lo largo de la tarde hubo cierta frialdad con el extremeño y algún sector minoritario se negó a reconocerle los méritos incluso cuando hubo motivos.

En su primero, las verónicas fueron más voluntariosas que lucidas. Inició la faena de muleta a 'Jaceno' con la izquierda con más transmisión que ortodoxia, pero metió al público en un trasteo que fue de menos a más y donde Talavante, cuando se despojó de los nervios y se asentó, logró un par de tandas extraordinarias, rematadas con bellos pases de pecho. En la parte final hubo desplantes, pases mirando al tendido y zapatillas asentadas. Tenía la oreja en la mano pero un pinchazo y una estocada baja dejaron el premio en una ovación.

El cuarto, 'Ebanista', fue un toro muy protestado por su falta de fuerza desde que saltó al ruedo. El palco lo mantuvo. Talavante intentó justificarse pero su actuación se diluyó entre las nulas opciones que ofreció el burel y las continuas protestas del público que pusieron banda sonora a su trasteo. Dejó dos pinchazos antes de cobrar una estocada trasera y caída. El público le pitó a él y a la presidencia. El próximo viernes tiene una segunda oportunidad en Madrid con los toros de Adolfo Martín.

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