Antonio Banderas y Rocío Molina triunfan en los Premios Talía de Teatro con 'Company'

El clásico de Stephen Sondheim que Antonio Banderas dirige, produce y protagoniza ganó el Premio al Mejor Espectáculo Musical y también se llevó el reconocimiento al Mejor Actor para el propio Banderas, que lo recibió emocionado de manos de José Sacristán. El actor y cineasta dedicó los galardones a sus compañeros y a Málaga y prometió seguir «buscando la excelencia» con el Teatro del Soho, convencido de que el género musical «es teatro, no es un concierto ni un recital».

Por su parte, Rocío Molina (Málaga, 1984) consolidó anoche también su carrera artística con el galardón a la Mejor Intérprete Femenina de Danza por su obra 'Vuelta a uno'. Un reconocimiento que le llega en esta primera edición de los Premios Talía después de recibir el año pasado el León de Plata en Venecia y la Medalla de Oro de las Bellas Artes.

En estos galardones 'El ángel de fuego', bajo la dirección de Calixto Bieito, triunfó como mejor espectáculo lírico. La ópera maldita de Prokófiev fue el espectáculo de la temporada en el Teatro Real con dirección de escena de Calixto Bieito, a quien los productores agradecieron desde el escenario su «impresionante interpretación» de esta pieza que la ha convertido en un «espectáculo estremecedor». No por los elementos sobrenaturales sino todo lo contrario, por retratar cómo una pequeña comunidad convierte en bruja a una mujer con una sensibilidad diferente. Los mejores intérpretes de lírica fueron Saioa Hernández por 'Nabuco' y Jorge de León por 'Aida'.

«Ha costado mucho llegar hasta aquí», aseguró la presidenta de la Academia, Cayetana Guillén Cuervo, conductora de una gala que discurrió a buen ritmo y con destacados números musicales, de 'Los chicos del coro' hasta 'El gato montés'

Los Talía llegan para quedarse y el tiempo dirá si logran su objetivo de convertirlos en los Goya de las artes escénicas desbancando a los Max, que han sido la referencia desde 1998 y que en menos de un mes -el 17 de abril- volverán a reunir a la profesión en torno a unas estatuillas. La principal diferencia es que para competir en los Max hay que registrar el espectáculo en la SGAE e inscribirse, mientras que los Talía eligen directamente a los aspirantes entre lo que se ha estrenado y luego votan todos los académicos. En esta primera edición, la musa de la comedia no ha arriesgado y ha apostado por artistas consagrados, tanto en las 28 categorías a concurso como en los 5 galardones que ya estaban anunciados, empezando por Lola Herrera.

Con el teatro puesto en pie, como en muchas de sus representaciones, la gente no se cansaba de aplaudir a una actriz que ha hecho historia en 65 años de carrera. «No podía haber elegido mejor lugar que un escenario para vivir una vida intensa y apasionada», dijo. A sus 87 años, «casi 88», sigue haciendo giras porque le gusta «llevar el teatro a domicilio» y animó a la Academia a preservar«la memoria de nuestra profesión porque es importantísimo y los de mi edad ta vamos desfilando».

La actriz María Hervás y el bailarín Sergio Bernal recogieron los premios al talento emergente. La mejor actriz del género musical ha sido Mireia Portas por 'Cantando bajo la lluvia'. María Pagés logró el premio al mejor espectáculo de danza con 'De Sheherazade' y reivindicó un arte que debe ser «más programado y valorado, debe estar más en la vida de las personas». También Antonio Ruiz, mejor coreógrafo por 'Pharsalia', animó a soñar con una danza «más digna y menos precaria». Los mejores intérpretes en esta disciplina fueron Israel Galván por 'Seises' y la malagueña Rocío Molina por 'Vuelta a uno'.

Por su parte, Antonio Resines recibió una ovación al recoger el premio denominado vuelta a la vida, por el que aseguró entre risas que no piensa volver a competir. Se lo dedicó al hospital Gregorio Marañón «y en especial la UCI», donde pasó más de un mes luchando contra el coronavirus.

Al cierre de esta edición, todavía quedaban algunos premios por entregar en unos galardones que rindieron homenaje a las artes escénicas. Así, fue muy aplaudido el momento en que la presidenta de la Academia habló de la gran familia del teatro y en particular de la suya. «Mi padre empezó y terminó su carrera en este teatro», dijo antes de bajar a abrazar a su madre, Gemma Cuervo.