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Tuiteaba ayer una querida colega un titular que venía a decir: «Netflix echa el ojo a Harry y a Meghan, afirma un jefazo de la plataforma». Recogía 'The Guardian' unas declaraciones estremecedoras de Ted Sarandos, responsable de sus contenidos. Interrogado por si la pareja de los Duques de Essex, ahora liberados del yugo de las obligaciones de la realeza, podrían ser de interés para su empresa, dijo: «¿Quién no estaría interesados en ellos? Por supuesto».

De cumplirse su deseo, y siguiendo la estela de los Obama, ahora que se les corta el chorro real por espantada autoimpuesta lo mismo el hijo pequeño de Carlos y su mujer actriz encuentran acomodo en la república independiente de esta plataforma global. La misma que retrata la vida de su abuela en 'The Crown', ese 'Cuéntame' delicioso y costeado que todavía ilustra, en su periplo, el periodo de formación de su padre (una delicia de capítulo el de la última temporada), a la espera de Diana Spencer y más enrevesadas tramas.

No sé si Meghan, también fichada por Disney, tiene ínfulas de convertirse en la Wallis Simpson del siglo XXI. Pero ya ha logrado estar en boca de todos. Y hasta se la nombra en los nuevos capítulos de 'The New Pope' del procaz Dario Sorrentino. Que no se emiten en Netflix, sino en HBO, oh. Esta ficción sobre intrigas vaticanas, que hizo famosa Jude Law con 'The Young Pope', acaba de lanzar nueva tanda. Y en ella John Malkovich hace las veces de excéntrico cardenal británico dubitativo antes de ser elegido papa. Un personaje inquietante, aristocrático, de oscuro y desconocido pasado y con rara predilección por Marilyn Manson y el rímel. En una de las últimas escenas estrenadas, el pobre se lamenta de que en caso de ser pontífice ya no podría asesorar más a Meghan (?) sobre qué ropa ponerse. A falta de más episodios de 'The New Pope' para que nuestra estupefacción y adoración aumenten, ay, a la pobre de 'Her Majesty' la Reina de Inglaterra sí le quedan por delante, por lo visto, varios 'spin off' de toda su prole. Que sin duda todos disfrutaremos 'urbi et orbe'.

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