Abraham Lincoln y Julio Cortázar: Del presidente del norte al escritor del sur
Tal día como hoy nacía el decimosexto presidente de los Estados Unidos de América, y moría el escritor con una Rayuela trazada a tinta sobre la pizarra de su reciente laberinto lúdico
maría teresa lezcano
Sábado, 11 de febrero 2017, 23:58
Abraham Lincoln: 12/2/1809-15/4/1865
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El doce de febrero de 1809 nacía, en una granja de Kentucky y en el seno de ... una familia de pioneros agricultores, Abraham Lincoln. Antes de convertirse en el decimosexto presidente de los Estados Unidos de América, Lincoln fue capitán en la denominada Guerra de Halcón Negro, en la que los indios Kickapoo y los Sauk, con su líder Black Hawk a la cabeza, se resistían con graciosa obstinación a ceder sus tierras a los amables colonos para instalarse sine die en las confortables reservas adosadas y con inmejorables vistas a la nada norteamericana que les había concedido el estado en su extrema generosidad de rostro pálido, hau y bye, forastero.
Después de desparasitar militarmente la pradera de las pieles rojas que tan inoportuna y puerilmente impedían el progreso blanco, Lincoln se apuntó al partido Whig, que acabó desintegrado por la división de sus miembros entre los pro y los anti esclavistas, en cuyo último grupo se encontraba el futuro presidente de la nación, quien, ya electo, se apresuró en proclamar la ley de Emancipación de los esclavos.
Acabáramos. El sur se levantó en un puro clamor de indignación: que si quién le ha dado a este campesino del oeste vela en este entierro entre caballeros sureños; que si qué es esa patraña de la emancipación de mis posesiones vivas; que si los esclavos no pueden ser libres porque sería un oxímoron y a los hacendados del sur que no nos vengan con figuras retóricas, que ni las conocemos ni las entendemos; que si a ver si me vas a recoger tú el algodón, yanqui de mi... de Middleburgh; que si me paso yo la abolición esclavista por el forro de la línea Mason-Dixon; que si a tu madre la voy a emancipar yo con mi carabina de repetición; que si como toques a mi esclavo para desencadenarlo te vuelo la cabeza con mi rifle Springfield... Y así hasta la Guerra de Secesión, oiga.
Julio Florencio Cortázar: 26/8/1914-12/2/1984
Ciento setenta y cinco años después del nacimiento kentuckyano de Abraham Lincoln, moría en París Julio Cortázar, con una leucemia desgranada leucocito a leucocito por su médula ósea y una Rayuela trazada a tinta sobre la pizarra de su reciente laberinto lúdico. Cortázar, que nació al sur de Bruselas en los días en que las tropas alemanas iban invadiendo la planicie belga mientras cantaban Stille Nacht (que es la Noche de Paz en versión Deutsches Heer o Ejército Imperial Alemán) y se ponían hasta el casco prusiano de gofres y cerveza trapense, vivió en Buenos Aires una infancia cuya percepción espaciotemporal difería de la comúnmente establecida y asumida Yo parezco haber nacido para no aceptar las cosas tal como me son dadas ; una adolescencia ávidamente lectora Los libros van siendo el único lugar de la casa donde todavía se puede estar tranquilo , y una madurez escritora Por razones obvias habré sido el primero en descubrir que este libro no parece lo que quiere sino que con frecuencia parece lo que no quiere, y así los propugnadores de la realidad en la literatura lo van a encontrar más bien fantástico mientras que los encaramados en la literatura de ficción deplorarán su deliberado contubernio con la literatura de nuestros días , viajera y activista, y consecuentemente vectora de un largo exilio que culminó con una muerte en París al amparo de una nacionalidad francesa otorgada por el mismísimo presidente Mitterrand.
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Su eternidad de cementerio montparnassiano la ejerce entre las baudelairianas Flores del Mal, la becckettiana espera de un tal Godot, que cualquier día llegará, el existencialismo post mortem de Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir, el dadaísmo militante de Tristan Tzara, los Autógrafos olvidados de César Vallejo y el Porfiariato oaxaqueño y eviterno de Porfirio Díaz... Un mundo donde te movías como un caballo de ajedrez que se moviera como una torre que se moviera como un alfil.
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