
Secciones
Servicios
Destacamos
Regina Sotorrío
Viernes, 3 de febrero 2017, 00:10
Su trabajo exige varios días de estudio previo y casi una jornada laboral completa para su ejecución. Pero una vez creado no tendrá más vida que unas horas. El agua hará desaparecer todo en cuestión de minutos. Es el destino de este arte: impactar y evaporizarse en un instante. Irma de la Guardia, nacida en Tánger pero criada en Málaga, convierte los cuerpos en lienzos efímeros con la técnica del body painting, una especialización del maquillaje y la caracterización que desarrolla en proyectos artísticos y que imparte en centros como la Escuela Pública de Formación Cultural, con sede en el Teatro Cánovas.
«No es algo que adquieres y cuelgas en la pared, pero tiene su vida. Es espectacular la sensación que produce en quien lo ve, tiene una magia especial que hay que saber ver y valorar», argumenta.
Ella lo hace perdurar a través de propuestas personales como Mimetismos, una sucesión de retratos en los que fusiona el cuerpo con entornos urbanos y naturales. En su galería particular guarda ya una docena de imágenes donde el modelo se confunde con los jardines de la Concepción, con enclaves de la costa mediterránea o con rincones de la Casa de los Navajas en Torremolinos. El proyecto nació hace ya una década impulsado por una beca de la Fundación Picasso, pero se ha convertido en ese lugar artístico al que siempre vuelve cuando los compromisos laborales se lo permiten. «Y espero poder mostrarlos algún día», explica.
Todo empieza con la elección de una localización concreta. Con las tomas del lugar hechas, el trabajo se traslada al estudio. «Tienes que ver qué elementos naturales tienes, cómo pones el cuerpo, en qué postura... Lo difícil es escoger un camino, porque hay multitud de posibilidades». Una vez decidida la composición y el diseño corporal, actúa sobre el modelo para integrarlo totalmente en el paisaje. No vale cualquiera: se necesitan entre seis u ocho horas de pintura, más la sesión fotográfica. «Y no todas las personas tienen esa dosis de paciencia y saber estar», reflexiona.
El body painting es solo una de las múltiples facetas de esta profesional de la brocha, el pincel y el aerógrafo. Irma de la Guardia se marchó hace más de 20 años a Madrid para trabajar en el campo del diseño y la construcción de decorados para las artes escénicas. Hasta que un musical le despertó el interés por la caracterización. Madrid estrenaba El diluvio que viene con una escenografía que en su día se utilizó para ese mismo montaje en Barcelona. A su equipo le encargaron la restauración completa de los decorados y se percató de que esas habilidades que aplicaba la pintura, el modelaje y la escultura también podía emplearlas para la transformación estética de un personaje. Porque no se trata solo de maquillar el rostro, también hay que diseñar elementos de atrezzo para construir un rol. Amplió entonces su formación en Madrid y Barcelona, «y a partir de ahí fue todo rodado».
Trayectoria
Trabajó ocho años en el departamento de caracterización del Teatro Real de Madrid elaborando el maquillaje, las pelucas, los postizos y las máscaras de decenas de figuras de la lírica y la danza. En el Gran Teatre del Liceo de Barcelona formó parte del equipo de caracterización y asistencia en función de la ópera Aída. La estabilidad del teatro le permitía realizar colaboraciones puntuales en compañías y sus manos han estado detrás de personajes de El martirio de S. Esteban de La Fura dels Baus en, El gordo y el flaco de Luis Mayorga o Sueño de una noche de verano de Stampa Teatro. En 2001 se llevó el primer premio del Festival Internacional de Cine Fantástico de Bruselas por la obra en pintura corporal Mórphosis, un personaje que después cobró vida y se paseó por Sitges y Fancine. Y suyo fueron también los efectos especiales de maquillaje del premiado cortometraje malagueño Fuga.
Sigue siendo «nómada de profesión» y está donde el trabajo la lleve, pero hace unos años estableció su residencia en Estepona para, desde aquí, formar y crear con su firma Irmakeup. «Tengo mi taller donde hago exploro y experimento en mis propios proyectos, pero también me gusta enseñar, estar en contacto con gente a la que le apasiona el tema», explica. De ahí que haya desarrollado material didáctico para apoyar la formación, como el libro Técnicas de maquillaje profesional y caracterización. Porque lo que se sabe hay que compartirlo.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El motorista fallecido en Quintanilla de Trigueros es hermano del alcalde de Cigales
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.