Carmen Peña posa en el espacio, aún en obras.

Muelle Uno cede la esquina de oro en verano para actividades culturales

Reunión de Creadores abre el viernes Artsenal, un proyecto multidisciplinar que dotará de conciertos, exposiciones y talleres este espacio estratégico

Regina Sotorrío

Miércoles, 10 de junio 2015, 00:32

Entre el Muelle Uno y el Palmeral de las Sorpresas, frente al Pompidou y a pocos minutos a pie del centro de Málaga. Un lugar ... con un tránsito constante de residentes y la puerta de entrada de miles de turistas. Es, por eso y más, un punto estratégico de la ciudad, un espacio al que le han salido muchos pretendientes en los últimos años y que ha generado largos debates -y negociaciones- sobre su uso (desde la opción de un supermercado hasta un mercado gourmet). Pero mientras llega la propuesta definitiva, la conocida como la 'esquina de oro del Puerto' tendrá un uso cultural. Al menos este verano. Muelle Uno cede de forma temporal a la organización Reunión de Creadores los 1.400 metros cuadrados que quedan libres en ese famoso 'corner' para poner en marcha un proyecto multidisciplinar y versátil donde asistir a un concierto, hacerse un peinado transgresor, pintar un grafiti o exponer arte.

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Artsenal abre este viernes 12 de junio (20.00 horas) a modo de 'pop up' artístico, un recinto con actividad cultural y de ocio diaria «para todos, divertido y al alcance de la mano», señala Carmen Peña, diseñadora y responsable de Reunión de Creadores junto a Luc de Saint Ceran. Al frente de esta organización, Peña ha sido responsable en los últimos tres años el mercado al aire libre de artesanía, diseño y moda que acoge Muelle Uno; una actividad que ahora se trasladará a la terraza de este nuevo centro cultural.

El reto es «crear un espacio transgresor y único al que acudir a cualquier hora del día y donde siempre pasa algo», explica Reunión de Creadores. En 1.400 metros cuadrados diáfanos habrá grafiti, cine, artes escénicas, música, moda, literatura y hasta peluquería. Cada cosa en su sitio. A través de mamparas y palés -la seña de identidad de Reunión de Creadores-, se distribuye el espacio. Una barra-escultura creada por el artista Ralf Kiwus es el centro neurálgico de Artsenal. Se trata de una instalación viva que Kiwus irá construyendo poco a poco con piezas de madera y azulejos. A un lado, una pintura de Doger marca el 'Muro Grafiti'. Es la zona dedicada al arte urbano, un mural para profesionales y también para aspirantes que quieran aprender a manejarse con el spray. Conservará la temporalidad de esta manifestación y cuando esté completo, volverá al negro.

Una pantalla gigante delimita la zona audiovisual para proyecciones de películas, cortos y documentales. Servirá también de soporte al coworking que se ubica justo al lado, abierto a talleres y conferencias. Lo primero será un curso sobre la técnica del 'mapping'. Cuatro grandes columnas se convertirán en expositores de moda en lo que se ha llamado 'El Perchero': desde el techo colgarán unas cadenas con perchas en las que los diseñadores expondrán sus creaciones de una forma innovadora. Abren este espacio los bolsos y la bisutería de Teresa Navarro, las camisetas de Antonio Valenzuela, los caftanes de Rosa Rodríguez y los sombreros de María Ramos. Cerca, en el espacio 'Ponte guap@' el visitante podrá hacerse un peinado rompedor, pasar por el barbero, maquillarse o ponerse un tatuaje de henna.

Un extremo de la sala se reserva para la pintura y el arte gráfico. Los artistas Pedro Iglesias Asuar, María Ramos Guille y Antonio Cantero lo inauguran con sus cuadros. Al otro lado de la sala, habrá también un espacio libre para que los creadores trabajen en vivo en sus obras de gran formato o sobre caballete. Y entre uno y otro, un escenario con jam sessions los miércoles, jazz los jueves, teatro los viernes y conciertos los sábados. Además, la zona de Biblioteca contará con prensa internacional y permitirá el intercambio de libros.

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Una performance de La Imprudente invitará el viernes desde la terraza a conocer el centro. Dentro sonará la música de Hungry Butterfly, unos artistas pintarán, otros expondrán su trabajo, alguien se sentará en el sillón del barbero y ya se verán algunos grafitis. Un arsenal de cultura y ocio que confía en ganarse un lugar en la agenda veraniega de Málaga.

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