Todas las caras de Romero Esteo

Siempre ha vivido al margen de modas y convencionalismos. Sabía que lo que escribía requería de una puesta en escena faraónica e inabarcable, no le preocupaba que el suyo no fuera un texto fácil de los que conquistan a las masas, y nunca tuvo miedo a romper las normas teatrales. Miguel Romero Esteo está «a la vanguardia de la vanguardia», señala el profesor de la Universidad de Málaga, Enrique Baena. Por todo eso y más, su nombre ocupa un lugar en los manuales de teatro como uno de los grandes dramaturgos del siglo XX y principal exponente del Nuevo TeatroEspañol. Pero también por eso nunca ha sido quizá tampoco lo ha querido un autor popular. La Asociación Miguel Romero Esteo trabaja por salvar esa brecha con un amplio programa de actividades sobre su obra con la complicidad del Museo Picasso Málaga y la UMA.

Representaciones, lecturas escenificadas, conferencias, proyecciones y hasta conciertos descubrirán al público todas las facetas de un autor con una obra «de carácter universal que se conoce y se disfruta poco», señala Carlos de Mesa, presidente de la asociación que reúne a una veintena de profesionales y aficionados al teatro y a la producción del malagueño de adopción. Arte-Escena: Una aproximación a la dramaturgia de Miguel Romero Esteo es el título de la temporada de actividades que arranca mañana y se prolongará hasta mayo, la primera de una programación que tendrá carácter anual. Se trata de reivindicar a todo un «símbolo del otro teatro, de la otra manera de entender la cultura». «No es solo la persona en sí, sino todo lo que significa su teatro», apunta Rafael Torán, director teatral y vicepresidente de la asociación que divulga su trabajo.

La agenda se abre con el estreno de La oropéndola, a cargo de Teatro del Gato, que la representará del 4 al 6 de diciembre. Escrita en 1991 para Estudio 1, es su obra más breve, de unos 50 minutos, toda una rareza en el catálogo de Romero Esteo. Él mismo la define como «comedieta lírica». «Se ubica en un ambiente bucólico que parece trivial, pero poco a poco va aflorando todo un psicodrama, una tragedia que se concreta con un asesinato», avanza Torán.

Es una de las obras más asequibles de una producción marcada por su complejidad, con textos «monstruosos» en extensión y un lenguaje propio. «No es un teatro facilón. Es gran teatro que se aleja de lo comercial, con una carpintería teatral que es una obra de ingeniería», resalta De Mesa. Tanto es así que el dramaturgo, Premio Nacional de Literatura Dramática, es de los pocos cuyos textos «se pueden leer sin tener que ir al teatro».

La obra dramática de Romero Esteo en los 70 será después analizada el 5 de diciembre en una conferencia de Carole Egger, catedrática de la Universidad de Estrasburgo, donde su dramaturgia despierta un gran interés. Al coloquio posterior se incorporarán el profesor Enrique Baena y Pedro Ruiz, de la Universidad de Córdoba. «Es un rompedor, pero no al uso. Es rompedor de rompedores, representante de un vanguardismo inteligente», declara Baena. Siempre fue a la contra, con obras irrepresentables que suponían «un gran reto para la nueva dramaturgia española», y una inmersión en «el mundo remoto de la historia» con textos como Tartessos.

Pero es solo el principio. Alo largo de la temporada habrá lecturas escenificadas, el escritor Rafael Ballesteros reflexionará sobre su poética (13 de febrero), el compositor Antonio Meliveo hablará de La música de las grotescomaquias (13 de marzo) acompañado de interpretación en directo y se proyectarán los documentales El Tartessos de Schulten (16 de abril) y Solsticio (17 de abril) de Producciones MLK, entre otras citas. Romero Esteo en todas las versiones.