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La Coracha fue ayer el primer emplazamiento de la campaña de promoción.
Palomas mensajeras de Picasso

Palomas mensajeras de Picasso

La Coracha amanece plagada de pajaritas de cartulina en una acción urbana de la Casa Natal que inaugura su gran semana en torno al artista

Antonio Javier López

Martes, 21 de octubre 2014, 00:49

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Una pequeña decisión puede servir para trazar una imaginaria línea divisoria entre los estetas y los pragmáticos que pretenden ir a pie desde la plaza de la Merced hasta el Paseo del Parque y viceversa. Los primeros se decantarían por el esplendor casi recién estrenado de la calle Alcazabilla, mientras que los segundos optarían por el fragor del tráfico bajo el túnel de la Alcazaba. El primer recorrido es más rápido y funcional; el segundo, más hermoso.

Aunque ayer la desembocadura del canalón de cemento que da al mar ofrecía un aliciente inesperado para los sensibles la belleza y las sorpresas. Un nutrido grupo de pajaritas de cartulina se posaba en La Coracha desde las nueve de la mañana hasta la una de la tarde. Una bandada de palomas mensajes de Picasso, como iban descubriendo quienes preguntaban a los responsables de Art&Museum, la joven empresa malagueña que firma la acción urbana con la que la Fundación Picasso-Museo Casa Natal anuncia su semana de actividades más intensa del año y que sembrará de palomas estos días la calle Alcazabilla, las plazas de la Constitución y de la Merced y, el sábado, la sede de la Casa Natal.

«Llevamos trabajando en esta intervención desde hace más de un mes, con cinco mil palomas de papiroflexia que en estos días irán surgiendo en distintos puntos de la ciudad», avanza Marta Bustos, que junto a Cristina Céspedes y Daniela Sánchez compone el equipo de Art&Museum, nacida hace cuatro años.

Días intensos

«Se trata de una idea que el año pasado fue un hallazgo muy feliz y que en esta ocasión hemos querido retomar, actualizada y modificada», resume el director de la Casa Natal, José María Luna, sobre una iniciativa que ya en 2013 logró un notable impacto entre el público. «Es una propuesta que surgió por casualidad en un taller de papiroflexia, que ha ido creciendo hasta ocupar la ciudad y que puede convertirse en el futuro en un icono de la identificación de la paloma con Picasso y de Picasso con Málaga y con la Casa Natal», esgrime el director de la institución en el epicentro de su OctubrePicassiano con seminarios, visitas guiadas, representaciones y la muestra Ruiz Blasco. Ruiz Picasso. Millones de palomas. Tantas le parecían al niño Picasso cuando ayudaba a su padre a pintarlas. Entonces las odiaba. Luego volvió a ellas. Sabía que traían muchos mensajes.

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