El sueño del auditorio se desvanece después de 24 años y una inversión de 3,5 millones

. Doce líneas, una por cada dos años que el proyecto ha ido y venido en las agendas, los anuncios y las promesas institucionales. Dos párrafos desangelados, como el solar frente a lo que un día fue la barriada de El Bulto donde se levanta una valla comida por el sol que anuncia lo que ya no será. Al menos no ahora. Ni durante algún tiempo. Medio folio para la crónica de una muerte anunciada, la del consorcio para la construcción del Auditorio de Málaga, que en los últimos siete años ha invertido 3,5 millones de euros en un proyecto que ahora queda en el dique seco.

El Gobierno central, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga firmaban ayer poco antes de la hora del almuerzo el finiquito del organismo que debía poner en marcha una actuación clave para completar el mapa de equipamientos culturales no sólo de la capital, sino de toda la Costa del Sol, carentes de un recinto escénico de primer nivel con capacidad para más de un millar de espectadores.

Fue un alcalde melómano confeso, Pedro Aparicio, el primero en anunciar de manera oficial la construcción un auditorio en Málaga. Corría el año 1990. Desde entonces, ciudades como Sevilla, Lérida, Gerona, San Sebastián, Bilbao, Las Palmas o Tenerife han incorporado equipamientos escénicos en el marco del Plan Nacional de Auditorios creado por el Ministerio de Cultura en 1983. Málaga quedó fuera de aquel programa estatal y nunca como en último lustro ha estado más cerca de ver saldada esa deuda.

Una ubicación consensuada desde hace una década, un consorcio entre tres administraciones creado en 2007, un proyecto escogido un año más tarde y trabajado durante un lustro hasta superar los 2.000 planos y documentos, esa misma propuesta aprobada desde febrero de 2013 por los técnicos del Ministerio de Cultura... Iban cumpliéndose pasos y trámites, pero al mismo tiempo iba oscureciéndose el horizonte presupuestario de las instituciones, que veían cómo sólo quedaba comenzar las obras de una iniciativa que requería una inversión global de 115 millones de euros.

un compromiso difuso

Y así, en junio del año pasado, el Gobierno anunciaba la disolución del consorcio del auditorio, incluido en el listado de liquidaciones elaborado por la Comisión para la Reforma de la Administración Local (CORA). Una decisión rubricada ayer por los representantes del Gobierno central, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga. Eso sí, en el comunicado pactado entre las tres administraciones puede leerse: «Se ha alcanzado el compromiso de buscar fórmulas de colaboración en un futuro para, cuando las condiciones lo permitan, ejecutar el proyecto de construcción del auditorio».

Sin más. Ni fechas ni plazos ni detalles sobre cómo articular esas «fórmulas de colaboración». El más empeñado en mantener abierta la puerta del futuro al Auditorio de Málaga ha sido y es el alcalde de la capital, Francisco de la Torre, quien ayer mismo defendía: «El proyecto que tenemos es el que vamos a hacer». El regidor pretende «avanzar en ese camino» mediante convenios que permitan «crear un mecanismo no sólo para la obra, sino también para el mantenimiento» de la infraestructura.

Defiende el alcalde que el proyecto «siga vivo», si bien admite: «No sé cuándo lo podremos hacer... Cuando las circunstancias lo permitan». Así, De la Torre lanza su propósito de tener firmados en seis meses los convenios que, según su planteamiento, harían posible que el Auditorio de Málaga mantuviese el pulso necesario para pasar de los planos a la realidad.

De cumplirse esos propósitos, lo harían sin el concurso del consorcio creado para tal fin hace siete años. Junto con la disolución del organismo, los representantes de las tres administraciones reunidos ayer en Madrid acordaban la creación de una comisión para liquidar la entidad.

El reparto de la liquidación

Para ello cuentan con un remanente de 1,7 millones de euros. Una vez abonados los pagos pendientes, la cantidad restante se repartirá entre las administraciones según las aportaciones de cada una de ellas. Fuentes del consorcio explicaron ayer que la división se establece en un 38% para el Gobierno central, un 34% correspondiente al Ayuntamiento de la capital y un 27% para la Junta de Andalucía.

En cuanto al proyecto técnico en el que se han invertido más de cinco años y 3,5 millones de euros, el alcalde adelantó su propuesta para que toda la documentación pase al Ayuntamiento.

Así que, 24 años y 3,5 millones de euros después, la iniciativa para dotar a Málaga y su provincia de un equipamiento escénico de primer nivel vuelve al ámbito municipal. La Historia y su ritmo circular.