1.200 metros dedicados a fabricar videojuegos en Málaga

Con 48 personas ya inscritas, los ciclos formativos propios, que tienen un coste de 3.500 euros anuales, otorgan a los matriculados el conocimiento necesario para crear videojuegos. Aunque sus promotores indican que no hay nada homologado a nivel nacional sobre desarrollo de juegos, estos cursos, que habilitan para ser técnico o técnico superior, cuentan con el apoyo de la Junta de Andalucía en lo que a financiación se refiere.

Cada ciclo se divide en dos años, con 1.000 horas lectivas por curso, de las que el 70% son prácticas. «Los mejores proyectos de cada año se expondrán en Gamepolis», explica Julio Serrano, responsable de prensa de la empresa Kaiju Entertainment, a la que pertenece EVAD.

En la zona inferior se hayan las dos clases, repletas de ordenadores con ledes azules que le dan un toque futurista a cada sala. «Hay otra zona dedicada al diseño 2D y 3D, con una habitación de estética similar a la que tenemos en nuestra sede de Los Guindos», añade Serrano. La parte superior, a la que se accede por unas escaleras que cuentan con una moqueta que aparenta ser césped, llevan a una zona diáfana, de estilo chill out. Al fondo, un grupo de sillas y un proyector componen la sala de conferencias.

Situado en calle Marea Baja 3, los primeros cursos darán comienzo el lunes 17 de septiembre y concluirán en junio. Bajo el lema «Learning by doing», la EVAD lleva a este centro la misma metodología que tiene instaurada en sus otras opciones formativas: aprendizaje mediante trabajo de campo. De esta forma, La Fábrica del Videojuego pretende que sus alumnos construyan un portfolio personal para abrirse camino en la industria.

Desde la organización explican que EVAD es «el mayor centro de Andalucía dedicado a la formación en videojuegos y que su profesorado son profesionales en activo de gran experiencia». Asimismo, también apuntan que para aquellos que quieran emprender y trabajar por su cuenta pueden encontrar en el CADE del PTA, gracias a la colaboración de la Junta, apoyo logístico y empresarial.

Los jóvenes malagueños no quieren dejar de pulsar sobre el clásico «Press Start Button». La capital, que ya tiene varios estudios de desarrollo afincados en ella, continúa haciéndose un hueco en el sector con nuevas propuestas.