Vecinos de Mijas se unen contra la construcción de una gasolinera: «Está tan cerca que se puede repostar desde el balcón»

Además, para ellos, no es una infraestructura necesaria. «Hemos contado 17 gasolineras en un radio de 3 kilómetros». A esto le suman que en esa zona, «en menos de 300 metros hay tres colegios, con lo que eso puede suponer si hablamos de contaminación por combustible fósil». Y por último, pero no menos importante, se quejan de que esta infraestructura ocupa parte de un arroyo que baja desde la sierra a Fuengirola, de manera que «si hay desperdicio de combustible llegará a nuestras playas», lamenta Menéndez.

Aunque las obras de la futura gasolinera comenzaron hace ya varias semanas y avanzan a un ritmo considerable, desde la plataforma vecinal no pierden la esperanza y creen que el movimiento ciudadano puede frenar algo que consideran un «despropósito», un «impacto acústico y visual» situado junto a una zona de campo, considerada por ellos «uno de los pocos pulmones que quedan en Las Lagunas». Por eso, «tenemos que pelearlo», continúa la portavoz.

Por lo pronto han iniciado una campaña de recogida de firmas, que en la plataforma Change.org va ya por las 800 rúbricas, una cifra que la plataforma vecinal espera aumentar considerablemente. Para ello han comenzado a instalar carteles por toda la zona denunciando la situación, han creado un canal de whatsapp, perfiles en redes sociales y van a instalar mesas informativas junto al Mercadona de la avenida de Mijas y junto al CARE para seguir recogiendo allí las firmas. También van a buzonear cartas en las que dan cuenta a todos los vecinos de esta realidad.

Por su parte, desde el Ayuntamiento de Mijas reconocen estar al tanto de esta situación, pero «a pesar de entender el malestar de los vecinos, lamentablemente no podemos hacer nada», según aseguró la concejal de Urbanismo, Lourdes Burgos, quien apuntó que la licencia municipal se concedió a la empresa que construye la gasolinera en julio del año pasado, con el anterior equipo de Gobierno.

Burgos reconoció que el PGOU recoge que ese suelo tiene uso comercial y por tanto se permite la actividad de una gasolinera. También que esta nueva infraestructura ocupa una zona de servidumbre junto al arroyo, «pero lo hemos comprobado y cuentan con autorización de la demarcación de dominio público hidráulico».

«Entendemos el malestar que denuncian los vecinos, pero no existe argumento legal para echar atrás el proyecto, hemos comprobado toda la documentación, hemos mandado a los topógrafos a la zona y todo cumple con la normativa. Con una licencia ya concedida, no se puede dar marcha atrás», insistió la concejal quien sí aseguró que una vez que la gasolinera esté terminada desde el Ayuntamiento «trataremos de mediar y garantizaremos el cumplimiento de las medidas de seguridad y las normativas de ruidos».