Torremolinos invierte más de 40.000 euros en restaurar el emblemático Cristo de Padilla
30 años después de que se pintara el mural, situado en pleno centro de la localidad, el Ayuntamiento ha llevado a cabo la reparación de la pintura y las grietas, al considerarlo un elemento identitario del municipio
Lorena Cádiz
Torremolinos
Lunes, 7 de agosto 2023, 00:05
Se cumplen 30 años desde que el pueblo de Torremolinos contemplara por primera vez un inmenso e imponente mural, en pleno centro de la ciudad, ... cuya figura principal era un Cristo, que se mostraba al mundo bajo el título 'Visión de una realidad'. Tres décadas después, un mural en una pared de un edificio ya no resulta sorprendente, más bien es una opción cada vez más habitual a la que están recurriendo muchos municipios para embellecer determinados espacios. Pero entonces, el mural no dejó indiferente a nadie y durante este tiempo esa 'Visión de una realidad', de la que apenas hay documentación, ha acompañado a varias generaciones de torremolinenses y forma ya parte del imaginario colectivo, guste más o guste menos.
Fue el Ayuntamiento de Torremolinos quien encargó el mural al pintor Padilla en aquellos años. Y ha sido el Ayuntamiento de Torremolinos quien, 30 años después, ha decidido rehabilitar la obra, situada en uno de los extremos del conjunto residencial San Enrique, ante el estado de deterioro que presentaba. «La capa de preparación se encontraba levantada y separada del soporte original en numerosas zonas, lo que había provocado desgarros y pérdidas en formas de lagunas en la capa pictórica», explica la memoria en la que se recoge este proyecto, que ha supuesto una inversión de más de 41.000 euros. «En las zonas con falta de pintura se habían observado grietas a nivel estructural, que necesitaban de una urgente intervención», ya que además, «la capa pictórica presentaba pérdida de color y suciedad general».
Con todo ello, la intervención que se ha realizado ha consistido en el saneado de zonas de grietas, por inyección, con una disolución de agua y alcohol hasta eliminar todo el polvo en profundidad. De igual forma se ha llevado a cabo la consolidación química y fijación de la capa de preparación al soporte mediante la técnica del sentado de color, utilizando una resina similar a la original, pero con propiedades de envejecimiento contrastadas que permita una adherencia en el tiempo mayor a la original. Se han consolidado y cosido las grietas, se han estucado las lagunas, y se han recuperado los colores de la pintura con pigmentos y aglutinantes similares al original. Y por último, se ha protegido el acabado final del conjunto con hidrofugante.
Religioso, «con matices»
Todo ello permitirá que el mural 'Visión de una realidad', también conocido como Cristo de Padilla, permanezca otras cuantas décadas más, si nadie decide antes lo contrario. Este mural responde a una temática religiosa, aunque siempre se le han puesto «matices». Según recoge la propia memoria del proyecto de rehabilitación, elaborada por los técnicos del Ayuntamiento, «esta obra nos lanza a un doble juego de lecturas pictóricas. De un lado el evidente reflejo del Cristo de San Juan de la Cruz de Dalí, calcando su estructura y composición, siendo el crucificado una cuasi réplica, así como como todos los elementos paisajísticos celestiales, incorporándose en esta ocasión un globo terráqueo de ecos universalistas. De otro lado tenemos toda la escena de la parte inferior, un paisaje espectral y silencioso, lleno de una ruidosa calma; y que aunque también puede hacernos pensar en otras obras del pintor de Figueras, posee una arrebatadora conexión con la pintura metafísica de De Chirico, caso de obras como 'Los placeres del poeta', de una soledad fantástica, de una callada y sombría elocuencia».
Identidad
Desde el Gobierno municipal apuntan a que la reparación de este mural tiene que ver con la apuesta que se está realizando por recuperar elementos identitarios de la localidad, en la misma línea de otras iniciativas en las que se está trabajando, como la recuperación de la Torre de Pimentel, una de las últimas torres de los antiguos molinos que dieron origen a la localidad, que aún queda en pie. En mayo de este año el Ayuntamiento solicitó una subvención de 750.000 euros al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo para llevar a cabo un proyecto con el que pretenden destinar 400.000 euros a la rehabilitación de la torre, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) y algo más de 300.000 euros a la creación de un itinerario turístico de un kilómetro, que conectaría la Torre de Pimentel con otro BIC de Torremolinos, en este caso el Centro Cultural Pablo Ruiz Picasso.
Las actuaciones para crear ese itinerario serían en materia de accesibilidad, reforma de calles, mejora de iluminación y de seguridad, y en un apartado más cualitativo, la creación de un nuevo eje turístico que conectara ambos edificios históricos de la localidad. Todo ello con una idea de fondo, recuperar la identidad de Torremolinos, o mejor dicho, reforzarla. Es decir, que vecinos y visitantes, puedan conocer, a través de estos espacios cómo era aquella población que dio nombre al actual municipio.
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