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Si no hay contratiempos, Torremolinos abrirá al público una obra que, aunque fuera de servicio, hace ya más de un año que ha transformado las vistas al horizonte desde buena parte del casco urbano. Se trata del ascensor que, desde el parque de La Batería, conecta con la cota del mar, en la avenida de Carlota Alessandri, a un paseo de la playa.
Para la construcción de esta estructura fueron presupuestados 900.000 euros. Se trata de un elevador de casi 30 metros de altura, fruto de un proyecto al que no le han faltado contratiempos. Los últimos que ha habido que solventar tienen que ver con detalles técnicos de seguridad, requeridos por el Ministerio de Industria, que han implicado reforzar el sistema con unos tensores, como explica la concejala Marina Vázquez Domínguez, al frente del Área Regeneración Urbana y Fondos Supramunicipales.
En atender estos requerimientos se han empleado meses, los necesarios para que el Organismo de Control Autorizado (OCA), haya realizado las inspecciones necesarias para comprobar que el funcionamiento de esta maquinaria es el adecuado para prestar servicio público, conforme a la Instrucción Técnica Complementaria que, por Real Decreto, fija los requisitos. Con todos los parabienes, está previsto que la inauguración llegue este sábado, 18 de enero, tal y como apuntan fuentes municipales.
Aunque la primera vez que se habló de esta obra fue en 2018, no fue hasta 2021 cuando comenzaron los trabajos. Estos, no obstante, quedaron paralizados por un problema en los terrenos que hacía necesario aumentar el presupuesto, lo que terminó en la ruptura de relaciones con la adjudicataria. Todos los trámites comenzaron, prácticamente de cero, dos años después, en 2023. Fue en ese momento cuándo el Ayuntamiento de Torremolinos sacó de nuevo a licitación las obras. Con la fase administrativa superada y la intervención adjudicada a la unión temporal de empresas Avintia-Sumas. a comienzos del pasado año había ya previsión de la puesta en funcionamiento del elevado. Se habló de la pasada primavera, pero, finalmente, ha habido que esperar y replantear plazos.
Antes de que comience a subir y bajar, ha tenido también que formarse el personal que atenderá este ascensor, que tiene bastante de atractivo turístico también. Los encargados de este trabajo serán personal del centro especial de empleo municipal El Vivero. Este equipo ya ha sido formado por Embarba, que es la instaladora del elevador.
Con este sistema se salva el gran desnivel que hay entre el barrio de Montemar Alto y Carlota Alessandri. Si se desciende, hay ahorro de tiempo en el recorrido hacia el paseo marítimo, si se hace el recorrido hacia arriba, no es preciso afrontar la pendiente de la avenida del Carmelo. La caja en la que se desplazarán los usuarios está incrustada en un bloque de hierro, donde priman los colores turquesa y blanco, que son los corporativos de la ciudad, en forma de letra L invertida.
El ascensor, con capacidad para 8 personas, está unido a la zona verde con una pasarela que tiene 60 metros que lleva directamente a La Batería que, de este modo, tendrá una nueva entrada. En cuanto a su horario, estará vinculado al del propio parque, que no está abierto a público durante todo el día.
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