Sin tejado y sin mosaicos: avanzan las obras de rehabilitación de la Casa de María Barrabino de Torremolinos
Dentro de los trabajos se han retirado las tejas y los azulejos de Nolla, originales del XIX, para su reposición
El color albero y los revestimientos de la fachada de la Casa de María Barrabino han desaparecido. Por el momento, la pared está en basto. ... Es uno de los efectos de los trabajos de rehabilitación del inmueble, cuyas obras comenzaron en torno al pasado mes de mayo, una vez que se adjudicó el desarrollo del proyecto de recuperación de este inmueble para uso público, firmado por el estudio malagueño de Alfonso Valencia, a la empresa granadina CYRA.
Hasta el momento, la intervención ejecutada, tal y como informa el Ayuntamiento, propietario de la casona y promotor de las labores que hay en marcha, ha supuesto, además del picado de las paredes exteriores, que se levante la totalidad de la techumbre de teja. La cubierta, en muy mal estado, era uno de los puntos débiles de este edificio, cuyo autor es Gerónimo Cuervo, el mismo arquitecto del Teatro Cervantes. También se ha avanzado en otro de los aspectos más delicados de esta reforma, como es la retirada de los mosaicos de gres de Nolla de la planta alta, que son originales de la construcción del siglo XIX. Este material, será tratado, según el Gobierno municipal, «para su posterior reposición» y con el objetivo de «preservar al máximo la belleza» de la casa.
Cada paso que se da hacia la reapertura de la casa va, como explicó la alcaldesa Margarita del Cid durante la visita a las obras en la que estuvo acompañada por la prensa, de la mano de la Junta de Andalucía. Y es que la antigua residencia Barrabino está dentro del Catálogo de Patrimonio Arquitectónico de la comunidad y, aunque no tiene la consideración de Bien de Interés Cultural, sí pesan sobre la finca las cautelas recogidas en la figura de Bien de Catalogación General. Esto implica el respeto a los frescos, la citada solería de Nolla, siempre que sea posible (o su sustitución con baldosas de la misma fábrica) y el cuidado a los artesonados y vidrieras, aunque no estén completos.
Estas tareas están dentro de la intervención integral prevista, que cuenta con una inversión superior a los 2,5 millones de euros, y que supondrá la transformación de este patrimonio torremolinense en el Centro de Interpretación sobre Regeneración Urbana, Cultural y Patrimonial. Además de la conservación de sus valores, se arreglará la estructura interior, las cubiertas y las instalaciones. Para los revestimientos, se contemplan materiales eficientes, una de las claves de esta rehabilitación, junto a la mejora de la accesibilidad.
En la planta baja se habilitarán espacios para conferencias y exposiciones, una oficina de turismo y un bar restaurante. La superior contará con despachos y dos terrazas, mientras que, en la parte central, habrá una sala polivalente y otra de representación de la Corporación Municipal.
El proyectó tiene una subvención de Bruselas del 65,03%, en el marco del Programa de Impulso a la Rehabilitación Energética de Edificios Públicos del Gobierno. Esta ayuda está condicionada a que el proyecto este concluido y recepcionado antes del 26 de febrero de 2026. El Ayuntamiento deja claro que es posible el cumplimiento de los plazos.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión